El por qué y el cómo del anclaje en el Mediterráneo
Este tipo de amarre es un híbrido entre el amarre por ancla y el amarre en muelle. Sólo puede contemplarse en zonas sin mareas, por lo que esta práctica está especialmente extendida en el Mediterráneo occidental y oriental.
En los puertos muy concurridos pero que ofrecen poca infraestructura a los visitantes de paso, el amarre sin salida permite optimizar el número de barcos amarrados. Además, este tipo de amarre ayuda a evitar los efectos del balanceo cuando pasan otros barcos.

Principio del anclaje en el Mediterráneo
El principio es bastante sencillo de describir, se trata de echar el ancla en medio del puerto, volver al muelle y amarrar allí.
En la práctica, será necesario conocer bien la maniobrabilidad de la embarcación en marcha atrás, su comportamiento en condiciones de viento cruzado y cómo llevar las amarras del barco al muelle.
Consejos y trucos: Si se trata de una embarcación de alquiler, no dude en realizar una primera (segunda o incluso tercera) aproximación para familiarizarse con la maniobrabilidad y la estiba.
Consejos y trucos: Una embarcación suele ser sensible al paso de la hélice: al engranar la marcha atrás, la popa irá a babor o a estribor (y la proa, obviamente, al contrario). Es necesario utilizar el efecto de paso de la hélice para completar con éxito la primera fase del enfoque.
¿Cómo se logra el éxito del anclaje cuando se está muerto en el muelle?
Hay que observar el espacio que se desea ocupar para preparar el amarre adecuado. Intente ver si se trata de anillos sellados en las paredes del muelle o de bolardos de amarre. ¿Hay otros barcos? ¿Qué altura tiene el agua? ¿Hay algún marinero en el muelle para tomar sus amarras?
Preparación de la embarcación
- En primer lugar, prepare la embarcación con suficientes defensas para proteger el espejo de popa, ya que serán las que se apoyen en el muelle. Si tiene que sentarse junto a otra embarcación, también vestirá sus defensas.
- Prepare un mínimo de dos cabos traseros, asegúrese de que pasen por el lado derecho de los balcones y que sean lo suficientemente largos para pasarlos por duplicado.
- El ancla debe estar lista para ser utilizada: el molinete alimentado en el panel eléctrico, cualquier control remoto conectado, el seguro del ancla retirado. Una pequeña prueba para bajar el ancla unos centímetros no es superflua.
- Para facilitar las maniobras, lo ideal es tener 3 tripulantes: el primero en la proa para fondear, el segundo en el timón y el motor y el tercero para amarrar en el muelle.
¿A qué distancia del muelle quieres echar el ancla?
Es difícil dar una distancia al muelle que corresponda a todos los casos. La longitud de amarre correcta depende de la profundidad, el tipo de fondo, la estiba y el peso del barco, pero también del amarre disponible y, por supuesto, de las condiciones meteorológicas. Digamos que si anclamos a 4 esloras de barco podemos pasar una noche tranquila. Pero, si se prevé que el viento sea fuerte, no dude en anclar más tiempo.
Método paso a paso
1 - Localiza el lugar donde vas a anclar. Su fondeadero debe formar una perpendicular con el muelle, esta es la mejor garantía para evitar que las cadenas de fondeo de diferentes barcos se crucen. Una vez que haya determinado dónde quiere echar el ancla, haga una aproximación lenta y muévase un poco más allá del lugar donde quiere echar el ancla.

2 - Engranar la marcha atrás, hay una cierta inercia antes de iniciar la marcha atrás. Así que tome un marcador y en cuanto note que el barco retrocede, es el momento de soltar el ancla. Mantener la velocidad suficiente para maniobrar y mantener el rumbo del barco, el proa debe ajustar el flujo de la cadena.

3 - A pocos metros del muelle, disminuya la marcha atrás y la bajada de la cadena para llegar a tope al muelle casi parado. En algunas embarcaciones, será posible sujetar el barco contra el muelle con un ligero apoyo de la marcha atrás, lo que facilitará el descenso de un miembro de la tripulación para pasar los cabos.

4 - Una vez colocados los cabos de amarre, sólo queda ajustar la distancia al muelle y subir la tensión de la cadena para tensar los cabos.
Ya está, ¡la maniobra es exitosa! Admitamos que a menudo es más fácil describir que hacer. Una embarcación con un gran paso de hélice o un viento cruzado puede arruinar tu trayectoria al invertir, pero con un poco de práctica esta maniobra es accesible para la mayoría de la gente.