Zarpar durante varios meses, o incluso varios años... Es un sueño que evoca imágenes de libertad absoluta, puestas de sol sobre el océano y escalas paradisíacas. Pero detrás de esta imagen idílica se esconde una realidad que los navegantes de regatas oceánicas conocen muy bien: la libertad en el mar se gana con una preparación meticulosa.
Durante una reciente conferencia con Audrey Ogereau y Erwan le Roux, patrones de regatas oceánicas de Koesio, estos dos patrones compartieron los seis pilares esenciales de una preparación exitosa.
Y era obvio: estos principios son los mismos para un crucero de larga distancia. Entonces, ¿cómo puedes inspirarte en los regatistas oceánicos para que tu aventura sea un éxito?
Equipamiento: un barco listo para recorrer millas

Un barco de regatas se optimiza en función de su rendimiento, un yate de crucero en función de su fiabilidad. Pero en ambos casos, cada elemento se comprueba rigurosamente. Un barco bien preparado significa una navegación tranquila sin sorpresas desagradables.
- Garantizar la fiabilidad de su yate aparejos, velas, motores, electrónica... todo debe inspeccionarse, comprobarse y optimizarse antes de la salida.
- Anticiparse a las averías piezas de recambio esenciales y reparaciones básicas.
- Adaptar el barco a su programa ¿Vuelta al mundo o navegación costera? La elección correcta del equipamiento (potabilizadora, paneles solares, aparejo reforzado) es esencial.
Técnica: automatizar los reflejos correctos

En las regatas oceánicas, cada maniobra debe ser instintiva. En el crucero oceánico, saber reaccionar sin estrés es igual de crucial. Un buen navegante no piensa sus acciones, actúa.
- Dominar su velero aprenda a reaccionar a vela y practique maniobras con tripulación reducida (cursos a medida).
- Simulación de situaciones de emergencia fallo de la driza, problemas con el piloto automático, pérdida de energía... es mejor estar preparado.
- Implicar a la tripulación un tripulante autónomo es un capitán que duerme mejor por la noche.
Nutrición: la comida, el combustible del navegante

Cuando se compite, cada caloría cuenta. Cuando navegas en crucero, tienes que mantenerte a largo plazo sin descuidar el placer. Comer bien significa cuidar de uno mismo y de la tripulación.
âeuros¢ Compruebe su dieta y sus alergias antes de zarpar: algunos alimentos caen mejor que otros en el mar.
âeuros¢ Anticipar las paradas para repostar: en algunas zonas, hay que ser autosuficiente en alimentos durante mucho tiempo.
âeuros¢ Mantener un equilibrio: comer alimentos variados y mantenerlos frescos te sube la moral.
Físico: prepárate para enfrentarte al mar

Los patrones se entrenan como los atletas. Una tripulación en buena forma tendrá más resistencia para hacer frente a las exigencias del mar abierto. Un buen navegante es ante todo un navegante en forma. Un cuerpo en forma significa una navegación más segura y cómoda.
Prepare su cuerpo para un largo crucero:
- Antes de partir trabajar la fuerza y la resistencia muscular (espalda, piernas), mejorar el equilibrio (enfundado, yoga).
- Durante el crucero calienta antes de las maniobras, estira y mantente activo.
- Después del crucero recupérate haciendo estiramientos y manteniéndote hidratado.
Mental: el motor del éxito

Las regatas oceánicas son un deporte mental. También lo es navegar por el océano: el cansancio, la soledad, lo inesperado... todo está en la mente. Una mente fuerte transforma cada dificultad en una experiencia de aprendizaje.
- Crear rutinas tranquilizadoras estructurar sus días en el mar le ayuda a mantener el rumbo.
- Practicar la visualización y la relajación gestionar los momentos difíciles con herramientas prácticas.
- Aceptar lo inesperado nunca nada sale exactamente según lo planeado... ¡y menos mal!
Médico: cuidar de su barco... y de su tripulación
Un patrón cuida su barco como un atleta cuida su cuerpo. En crucero, la tripulación debe estar tan bien preparada como el propio barco. Una tripulación sana significa una aventura duradera.
- Un chequeo médico antes de la salida vacunaciones, revisiones médicas, preparación de una farmacia completa.
- Formación en primeros auxilios una lesión en el mar puede gestionarse por su cuenta.
- Planificar el mantenimiento de la embarcación a largo plazo reparaciones periódicas para evitar daños mayores.
¿Y más allá de eso?

La preparación no acaba aquí
- Administración ¿Quién gestiona el alojamiento en tierra, los impuestos, las suscripciones mientras estás fuera y los seguros?
- Confort y vida a bordo entre ellos se incluyen las instalaciones, la escolarización a distancia, la conectividad y la seguridad, así que es mejor pensar con antelación.
- Itinerarios y escalas : trámites, seguridad, encuentros culturales.
Un apoyo especializado, como el proporcionado por un planificador náutico, puede ser un activo inestimable si desea navegar con total tranquilidad.
Conclusión
Prepararse para un gran crucero significa adoptar el mismo rigor que los patrones de regatas oceánicas. Navegar con éxito no depende de la suerte, sino de una preparación meticulosa. Planificar el itinerario, anticiparse a los imprevistos y conocer bien el barco son las claves para salir con tranquilidad. Como dijo Éric Tabarly en una ocasión: " Navegar significa aceptar las limitaciones autoimpuestas para ser libre. "