Frédéric Sauvage: el inventor de la hélice marina, un genio olvidado que se hundió en la locura

Frédéric Sauvage, artífice de una gran revolución técnica en la propulsión naval, permaneció aislado, arruinado, encarcelado y luego enloquecido. Su invento, la hélice marina en espiral, allanó el camino a la motorización moderna... pero nunca llegó a cosechar los beneficios.

Una pausa técnica con la rueda de paletas

A principios de la década de 1830, cuando la mayoría de los barcos de vapor europeos funcionaban con ruedas de paletas, Frédéric Sauvage ideó un sistema más eficaz inspirado en el remo y la aleta de un pez. En enero de 1832, demostró públicamente en Boulogne, con un modelo que pesaba menos de un kilogramo, que su tornillo propulsor ofrecía un rendimiento superior al de la rueda de paletas. Según el informe oficial del experimento, la hélice propulsaba el modelo tres veces más rápido.

A pesar de una patente registrada el 28 de mayo de 1832 y de varias demostraciones en la región de París, en el canal de Ourcq y en La Villette, el Ministerio de la Marina se negó a considerar viable la tecnología para grandes buques. Los experimentos realizados en Estados Unidos, alegando la incapacidad de la hélice para arrastrar grandes buques, sirvieron para justificar el rechazo oficial.

Un visionario autodidacta fuera de época

En 1833, Sauvage abandona París y navega por el Sena en su canoa experimental. En Le Havre, prosigue sus experimentos sin máquina de vapor, utilizando dispositivos mecánicos impulsados por el esfuerzo humano para hacer girar la hélice. A falta de fondos, se endeuda fuertemente y pide ayuda a su hermano de Abbeville. Los intentos de construir un barco en Honfleur fracasan por falta de financiación.

De vuelta en París, Sauvage explotó brevemente otro invento, el fisionotipo, diseñado para producir bustos reducidos. Pero los pleitos y las disputas sobre la paternidad le distrajeron de sus ambiciones navales. A pesar de ampliar su patente a las aplicaciones aéreas en 1839, sigue sin convencer a las autoridades técnicas.

El Arquímedes británico y el sentimiento de expolio

En 1838, un vapor británico, el Archimede, fue equipado con una hélice de popa muy similar al diseño de Sauvage. El barco, botado en mayo de 1839, alcanzó los 8,5 nudos en el mar, a pesar de las condiciones desfavorables. Frédéric Sauvage denunció que su invento había sido objeto de apropiación indebida en el extranjero, sin reconocimiento ni compensación.

Le SS Archimède
El SS Arquímedes

Al año siguiente, enfermo y agotado, se retiró a la casa de su hermano en Abbeville. En 1841 firmó un contrato con el constructor naval Augustin Normand y el ingeniero inglés Barnes. Se arriesgaron a diseñar para el gobierno francés un buque correo de hélice de 120 caballos, el Napoléon. Fue un gran éxito, con una velocidad media de 10 nudos. Pero aunque Sauvage era el propietario de la patente, no había participado en el diseño y no podía atribuirse el mérito del rendimiento del barco. Protestó públicamente, pero no cuestionó el contrato firmado.

Decadencia, aislamiento, locura

En mayo de 1843, Frédéric Sauvage fue encarcelado en Le Havre a raíz de un juicio de sus acreedores. Permanece detenido varios meses, antes de ser liberado gracias a la cobertura mediática de su caso por el periodista Alphonse Karr. Se le concedió una modesta pensión de 2.000 francos. Pero ya era demasiado tarde: el inventor estaba agotado y arruinado, y sus problemas mentales se agravaban.

La statue de Frédéric Sauvage à Boulogne sur Mer
La estatua de Frédéric Sauvage en Boulogne sur Mer

En abril de 1854 fue internado en el asilo Picpus de París, donde falleció en julio de 1857, a la edad de 56 años. Sus restos fueron trasladados a Boulogne-sur-Mer en 1872, en el cementerio del este.

La hélice marina: un legado técnico ignorado que ahora se utiliza de forma generalizada

Hoy en día, la hélice es un estándar absoluto de la propulsión marina, y su principio apenas ha cambiado desde los trabajos de Frédéric Sauvage. En cambio, el reconocimiento institucional e industrial de este genio pionero fue prácticamente inexistente en vida de éste.

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