Navegar en alta mar significa aceptar lo inesperado. Pero es difícil prever la estela de un avión volando bajo sobre tu yate. Pero eso es lo que les ocurrió el 29 de octubre de 2025 a los patrones belgas Jérôme Delire y Caroline Dieu, que competían en la Transat Café L'Or a bordo de su Class40 Innovant Group XLG.
Un comienzo prometedor para una primera regata transatlántica

El domingo 26 de octubre de 2025, Jérôme Delire y Caroline Dieu salieron de Le Havre para disputar su primera regata oceánica en doble.
Pero el miércoles 29 de octubre, la navegación se interrumpió bruscamente. Un avión privado, probablemente en misión de filmación, sobrevoló el yate belga a muy baja altura. Se dice que la turbulencia generada lanzó violentamente el spinnaker bajo la quilla, destruyendo por completo esta vela esencial.
" Nuestro spinnaker está hecho jirones, todo porque alguien en un avión quería una bonita foto" dice Caroline Dieu en un vídeo publicado en las redes sociales, visiblemente angustiada.

JérÃ'me Delire, que suele ser discreto, también sacó el látigo: " Normalmente, nos guardamos nuestras emociones. Pero esta vez, no podemos. Puede que sea un barco precioso, pero ahora es incapaz de continuar la regata
Tomando lo que queda
A pesar de la frustración, el dúo no se rindió. Con una vela de repuesto (un spinnaker pesado), consiguieron relanzar el barco y retomar el rumbo. "Las regatas oceánicas son duras. Pasas por cócteles de emociones súper intensos. Una hora crees que vas a perderlo todo, y a la siguiente vuelves a salir con otro spinnaker, confía Jérôme.
Aunque todavía no saben si se clasificarán o incluso si podrán terminar a tiempo, los dos regatistas belgas han decidido continuar. Su mensaje es claro habremos hecho todo lo posible y mereceremos todo el mérito. "
Aunque la pérdida de la vela mayor de popa sigue siendo un duro golpe en una regata transatlántica, podemos imaginar que estos desgarros son principalmente el resultado de la fatiga tras una maniobra agotadora. Muchos regatistas han sufrido percances mucho más graves y aun así han conseguido terminar su regata transatlántica.

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