Arquitectura de una sola planta diseñada para la fluidez

El Sea Loft 480 se distingue por su plataforma única, totalmente en un nivel. Se trata de una elección arquitectónica poco frecuente en el sector náutico, que permite una circulación sin obstáculos entre el interior y el exterior, desde el salón hasta la terraza de popa, pasando por las zonas de descanso y el solárium. Una configuración que simplifica la vida a bordo, especialmente para las familias o los navegantes inexpertos.
Un diseño de crucero lento
Más que un barco, el Sea Loft 480 está diseñado como un espacio vital flotante. Su velocidad de crucero óptima de 7 nudos invita a la contemplación y a la desconexión. El silencio que proporciona la propulsión eléctrica convierte cada salida al mar en un interludio relajante. Ya no navegas para ir rápido, sino para saborear cada momento.
Una cadena cinemática híbrida inteligente

El Sea Loft 480 está propulsado por dos motores: 2 motores diésel de 45 CV de serie y 2 motores eléctricos de 11 kW opcionales. En modo 100% eléctrico, la autonomía es de 15 millas náuticas. En modo híbrido, asciende a 250 millas náuticas, ideal para ir de isla en isla. Un paquete de baterías de iones de litio de 30 kWh, combinado con 4,2 kW de paneles solares, permite hasta 5 días fondeado sin generador. La gestión automatizada de la energía hace que todo el sistema sea tan discreto como eficiente.
Un interior diseñado como un hogar

La cocina central actúa como corazón del barco, mientras que el salón panorámico, bañado en luz natural, se convierte en el lugar de reunión privilegiado. Los camarotes ofrecen un verdadero confort de hotel, y la insonorización garantiza un plácido descanso. Cada rincón del barco se ha diseñado para ampliar su uso sin sacrificar la comodidad.
Modularidad y facilidad de uso
Disponible con 3 ó 4 camarotes y 2 ó 4 baños, el Sea Loft 480 puede adaptarse a diversos programas: crucero familiar, escapada con amigos o chárter. Todo es accesible e intuitivo, con un puesto de gobierno optimizado y maniobras fáciles, incluso con tripulación reducida. No es necesario ser un navegante experimentado para disfrutar del barco.

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