En su "Écume de Mer", Hugo llega a la segunda parte de la carrera en su tumbona. En su pequeño barco de 8 m, que ha renovado magníficamente en su totalidad, navega hacia las Antillas acompañado por su padre.
Es el descubrimiento del mar abierto, el placer de estar en el mar. Poco a poco, los vínculos del navegante de alta mar con la tierra se convierten en parte de una monotonía constructiva. Finalmente, los días pasan con bastante rapidez. Es una sorpresa para Hugo ver que el tiempo no es tan largo.
Y, por supuesto, hay que hacer malabares con el tiempo. Es precisamente esto lo que le juega una mala pasada a la tripulación, ya que en lugar de encontrar los vientos alisios en su ruta, finalmente es un viento en contra el que les obliga a navegar en contra del viento durante varios días!
Aunque es difícil resumir una transat en episodios de 15 minutos, estos vídeos resumen bastante bien la actividad que se realiza en un velero cuando se está mucho tiempo en el mar.