Hugo se ha embarcado en un viaje transatlántico en su Écume de Mer. Acompañado por su padre, navega según el viento y las corrientes entre Canarias y Martinica. En efecto, a pesar del motor intraborda de su velero, no puede utilizarlo por falta de autonomía. Por lo tanto, es necesario utilizar el viento
Pero después de un comienzo rápido, el viento desapareció por completo en la mitad del recorrido. La tripulación tuvo que ser paciente y esperar. A falta de un informe meteorológico preciso, lo único que pueden hacer es observar el mar.
Afortunadamente, el viento vuelve antes de que se agoten las provisiones de agua y comida. Hugo y su bonito barco anclaron finalmente en la gran bahía de Le Marin.
Al mostrar momentos reales de la vida en un barco transatlántico, al tomarse el tiempo de mostrarnos que el tiempo a veces es largo en un velero, Hugo pinta un hermoso retrato de una carrera transatlántica que no siempre es pacífica.