Descubrimiento de los restos del Queen Anne's Revenge
El misterio rodea la desaparición del barco de Barbanegra, el Queen Anne's Revenge. El barco encalló en un banco de arena -intencionadamente o no- a la entrada del puerto de Beaufort, una ciudad de Carolina del Norte, y fue abandonado por su famoso comandante, tras haber sido despojado de sus objetos de valor.
En noviembre de 1996, un grupo de búsqueda privado descubrió un cañón y un ancla en el fondo del mar, cerca de la entrada histórica de Beaufort. También se descubrieron otros objetos en el mismo lugar, como una campana de bronce fechada en 1705, un imponente lastre, un cañón de un trabuco (arma de fuego con cañón acampanado utilizada en el siglo XVII), un delantal de plomo y dos balas de cañón.

Diferentes armas
Pero pasarían varios años antes de que el pecio y el lugar de investigación fueran autentificados como el antiguo barco de Barbanegra. Pero, el descubrimiento de nuevos objetos que datan de principios de 18 e siglo XX -nueve cañones y dos grandes anclas- llevó a los científicos a concluir que estos objetos pertenecían al naufragio del Queen Anne's Revenge. El lugar fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 2004.

Jeringa para el tratamiento de la sífilis

La campana de 1705
En 2008 se encontraron a bordo agujas para la sífilis, espadas, pesas de boticario estampadas con diminutas flores de lis, símbolo de la realeza francesa (el Queen Anne's Revenge es una antigua fragata francesa), y oro. En 2009 se recuperó un ancla pequeña, llamada grapa, y en 2011 una más grande -de casi 3,50 m de largo y 2,30 m de ancho y con un peso de unas 1,2 toneladas- en más de 6 m de agua. En 2015 se habían recuperado 24 cañones.

Piezas de armas
El pecio, descubierto en 1996, cuenta con más de 250.000 restos recuperados hasta la fecha por el Laboratorio de Conservación y la División de Arqueología Subacuática de la Oficina de Arqueología Estatal del Queen Anne's Revenge.

Polvo de oro
Todos estos objetos se estudian y reflejan muchos aspectos de la cultura marítima de principios del siglo XVIII. Las piezas y el equipo del barco, las armas, los instrumentos científicos, médicos y de navegación, los efectos personales y los artículos de preparación y conservación de alimentos forman parte del inventario.
Estas muestras permiten a los arqueólogos comprender mejor la tecnología naval de la época, el abastecimiento de las colonias, el comercio de esclavos, la vida a bordo de los barcos y la cultura material de la piratería.