Marineros y alcohol, una larga historia de tradición y excesos

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El alcohol siempre ha formado parte de la vida de los marineros. A veces como una necesidad sanitaria, a veces como una herramienta disciplinaria, ha formado parte durante mucho tiempo de las raciones oficiales a bordo de los buques militares y mercantes. Desde el vino de la marina francesa hasta el ron de la Royal Navy, pasando por la cerveza de los marineros nórdicos, hacemos un repaso de una tradición tan arraigada como contestada.

¿Por qué bebían tanto alcohol los marineros?

La imagen de los marineros borrachos forma parte de nuestro imaginario colectivo. Sin embargo, este consumo masivo de alcohol a bordo no era un mero placer culpable. Hasta el siglo XIX, el agua dulce se conservaba muy mal en el mar. Almacenada en barriles, se volvía rápidamente viciada e insalubre. Para no beber agua infectada, las tripulaciones recurrían a las bebidas fermentadas: cerveza, vino, sidra y, más tarde, ron y brandy.

En el siglo XVII, la Royal Navy y otras armadas europeas adoptaron raciones de alcohol. El vino y la cerveza se distribuyeron a los marineros de mares templados, mientras que el ron o el brandy se convirtieron en la norma en climas tropicales, donde la cerveza no se conservaba bien. El vino tinto, en particular, era el preferido en Francia, a menudo procedente de los mejores crus bordeleses.

Basado en un cuaderno de bitácora de 1779, un barco que salía de Boston llevaba 48.600 galones de agua dulce a cambio de... 79.400 galones de ron ¡! En cada escala, rellenaba sus bodegas con vino y whisky, pero el agua estancada permanecía prácticamente intacta.

La cerveza, apodada "pan líquido", era rica en vitaminas del grupo B y calorías, mientras que el ron también servía como moneda de cambio y estimulante para la tripulación. En algunos casos, el alcohol se utilizaba incluso como ayuda sanitaria. Mezclado con agua, eliminaba ciertas bacterias, limitando el riesgo de enfermedades infecciosas.

Abeleao
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El vino en la Marina francesa: una ración bien establecida

En la marina francesa, el vino tinto era omnipresente y se consideraba esencial para la salud de las tripulaciones, aunque no se conservaba bien en el mar. Bajo el gobierno de Colbert, un decreto real de marzo de 1970 regulaba las cantidades y la calidad del vino que se llevaba a bordo. Por término medio, los marineros recibían 70 centilitros de vino al día en aquella época, sólo se embarcaban las mejores añadas: Burdeos, Montferrand, Quercy y Chalosse. En aquella época, sólo se embarcaban los mejores vinos: Burdeos, Montferrand, Quercy y Chalosse.

Esta ración no sólo servía para mantener hidratados a los marineros. También desempeñaba un papel moral, social y disciplinario. El vino podía ser una recompensa por un trabajo bien hecho... o un castigo si se retenía temporalmente. De hecho, un reglamento de 1786 prohibía a los oficiales privar a un marinero de su vino, ¡prueba de su importancia a bordo para la moral de la tripulación!

En cuanto a la salud, médicos navales como François-Vincent Palois y Jean-Baptiste Fonssagrives veían en el vino un remedio contra la fatiga y el escorbuto. A veces se maceraba con plantas medicinales y se utilizaba como tónico para las tripulaciones cansadas de largas travesías. Ayudaba a los marineros a sobrellevar la vida en el mar, los climas cálidos y las condiciones difíciles.

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El ron y la Royal Navy, el nacimiento del grog

Mientras los franceses confiaban en el vino, los marineros ingleses tenían su propia tradición: el ron. Ya en 1655, tras la conquista de Jamaica, la Royal Navy decidió incluir el ron en la ración diaria de las tripulaciones, en sustitución de la cerveza.

Cada marinero recibió medio litro de ron puro (unos 50 cl) al día, una cantidad que pronto se consideró excesiva. En 1740, para evitar abusos, el almirante Edward Vernon ordenó diluir el ron con agua. Había nacido el toddy Esta bebida, a menudo aderezada con limón y azúcar, se convirtió en un alimento básico para los marineros británicos y también estaba destinada a prevenir el escorbuto y mejorar el sabor del agua.

Pero a pesar de estos intentos de moderación, la embriaguez seguía siendo habitual. No fue hasta el 31 de julio de 1970, día de la Día del Tot Negro para que la Royal Navy pusiera fin definitivamente a la distribución de ron a bordo.

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Piratas y alcohol, mito y realidad

La leyenda del pirata siempre con una botella de ron en la mano no es del todo infundada. Esta asociación tiene sus raíces en la realidad histórica, donde el ron era una bebida consumida habitualmente por los piratas en el Caribe. De hecho, el ron era un artículo de reserva en los barcos piratas, a menudo saqueado de los buques mercantes, pero su uso era a menudo más pragmático que festivo. Se utilizaba para purificar el agua, preparar medicinas y, a veces, incluso conservar alimentos. Sin embargo, esta práctica contribuyó a forjar la imagen del pirata amante del ron.

Sin embargo, los capitanes piratas tenían que imponer cierta disciplina. Una tripulación borracha era una tripulación incontrolable, y algunas cofradías piratas castigaban severamente la embriaguez excesiva. El ron se utilizaba principalmente como moneda de cambio y como ingrediente para mejorar la calidad del agua potable gracias a sus propiedades antisépticas.

Captain Frost
Capitán Frost

El alcohol en el mar, de aliado a peligro

Aunque el alcohol fue útil a bordo durante mucho tiempo, sus peligros eran muy reales. La embriaguez podía provocar peleas, accidentes e incluso motines. Poco a poco, las armadas de todo el mundo fueron restringiendo y luego prohibiendo el consumo de alcohol en el mar:

  • 1824 primera reducción de la ración de ron en la Royal Navy.
  • 1850 reducción adicional a la mitad.
  • 1893 : La Marina francesa prohíbe el brandy matutino "boujaron".
  • 1970 fin de la ración de ron en la Royal Navy.

Hoy en día, los marineros profesionales tienen que cumplir normas estrictas en lo que se refiere al alcohol. En los buques militares, todo consumo está prohibido mientras se está de servicio. En la marina mercante, el alcohol se tolera en tierra, pero en el mar está sujeto a estrictas cuotas y normas de seguridad.

Alcohol en embarcaciones de recreo, tolerado pero regulado

El alcohol siempre está presente en los veleros y las embarcaciones de recreo, pero está totalmente desaconsejado cuando se navega. Tomar una copa anclado es una tradición, pero en el agua, la vigilancia está a la orden del día.

En Francia, la ley prohíbe pilotar una embarcación con una tasa de alcoholemia superior a 0,5 g/L, el equivalente a unos dos vasos de vino. Por encima de ese nivel, los navegantes se exponen a sanciones similares a las aplicadas en carretera.

En las grandes regatas oceánicas actuales, como la Vendée Globe y la Route du Rhum, los patrones profesionales observan una abstinencia total de alcohol. Sin embargo, este no era el caso en las primeras regatas, donde la cerveza y otros licores fuertes se encontraban en los avituallamientos. Robin Knox-Johnston, por ejemplo, se llevó muchas cajas de coñac y cerveza en su primera vuelta al mundo en solitario. Sin embargo, el alcohol sigue siendo parte integrante de la cultura náutica, sobre todo en las fiestas y eventos posteriores a las regatas.

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Una tradición en plena transformación

Considerado durante mucho tiempo un aliado de los marineros, el alcohol ha marcado siglos de tradición naval. Aunque el vino, la cerveza y el ron siempre han sido bebidas indispensables en el mar, en la actualidad su consumo está estrictamente regulado por razones de seguridad y disciplina.

El alcohol y el mar han ido de la mano durante mucho tiempo, pero la navegación moderna tiene nuevas reglas. Una cosa es segura: la leyenda del marinero con una copa en la mano sigue viva en las historias marítimas.

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