¿Qué suministros para la primera vuelta al mundo en barco? (1519-1522)

La primera circunnavegación del globo a vela fue realizada por Magallanes en tres años (1519-1522). Con él llegó una flota de cinco barcos y más de 2.000 marineros. Pero, ¿qué pensaban embarcar para durar tanto tiempo en el mar en aquella época? La respuesta en detalle.

El 10 de agosto de 1519, la flota de cinco naves de euro, preparadas para resistir las tormentas, partió de Séville rumbo a Sanlúcar de Barrameda, ciudad andaluza del sur de España. AllÃ, los barcos fueron preparados para el largo viaje, revisados y aprovisionados por última vez. Esto era tanto más difÃcil de predecir cuanto que nadie sabÃa cuánto durarÃa la expedición. Incluso si Magallanes tenía en mente un viaje de varios meses, o incluso de varios años.

Aprovisionamiento

Los barcos iban cargados con 21.380 libras (casi 10.000 kilos) de galletas, el alimento básico de los marineros, suficientes para dos años. También había sacos de harina, alubias, lentejas, arroz y legumbres secas. También había 2.585 kilos de carne de cerdo salada, 200 barriles de sardinas, 984 quesos, 450 cuerdas de ajos y cebollas, 1.512 kilos de miel, 3.200 kilos de pasas sultanas y almendras. A esto hay que añadir grandes cantidades de azúcar, vinagre y mostaza. Justo antes de partir, se subieron a bordo siete vacas vivas para proporcionar leche y carne fresca durante los primeros días.

Por último, para levantar la moral de las tropas, Magallanes hizo comprar el mejor vino de Jerez. En total, se instalaron en las bodegas nada menos que 417 odres y 253 barriles, lo que representaba dos raciones de vino por hombre y día durante dos años.

Por último, miles de anzuelos, docenas de arpones y una gran reserva de redes de pesca completan la larga lista de suministros. Estas últimas se utilizarán para capturar peces, que, al igual que las eurogalletas, serán el principal alimento a bordo.

El equipamiento

Magallanes pensó en todo y también proporcionó los repuestos necesarios para las naves: anclas, cuerdas, madera, hierro, plomo, troncos de árboles, lona, alquitrán, brea, cera, estopa...

Todo se puede reparar o cambiar âeuros varengas, tablas o velas âeuros o revestir. Tenazas, sierras, taladros, tornillos, martillos, clavos, palas y picos son algunas de las materias primas utilizadas.

Y el resto...

Para la iluminación, se llevan a bordo 89 pequeñas linternas y 400 libras de velas, sin contar las velas para misa. Para la navegación, se han colocado en los camarotes brújulas, agujas, relojes de arena, astrolabios, diales y planisferios y todos los instrumentos que no pueden sustituirse en ruta. Para la contabilidad, hay quince libros a bordo.

Para atender a los marineros, se subieron a bordo cajas de productos farmacéuticos e instrumental quirúrgico.

Por último, para entretener a la tripulación, se subieron a bordo instrumentos musicales: cinco tambores, veinte panderetas, algunos violines, flautas y pífanos.

Para el comercio

El principal objetivo de este viaje era comerciar con los pueblos de las islas de las Especias. Magallanes âeuros, que se había referido a sus anteriores viajes a la India âeuros, había proporcionado abundante material para el trueque. Sabe el efecto que tendrá el espejo en los adultos, que descubrirán su rostro por primera vez, y el sonido de las campanas que divertirá a los niños.

Habrá 20.000 campanas, 900 espejos pequeños y 10 espejos grandes (la mayoría de los cuales llegarán rotos), 400 docenas de cuchillos "made in Germany", 50 docenas de tijeras, así como un sinfín de accesorios como pañuelos de colores, casquetes rojos, pulseras de cobre, peines, piedras falsas y cristalería.

Se prometerán ropas turcas a los grandes jefes nativos, así como piezas de terciopelo y telas de varios colores.

Con esta "chatarra", Magallanes esperaba poder negociar las preciadas especias que tan caras resultarían en Europa. Pero también tenía algunos "regalos" menos pacifistas por si los nativos se negaban a negociar: 58 cañones, 7 falconetes largos (fusiles), 3 morteros pesados, balas de cañón de piedra y hierro y toneladas de plomo para fundir otros objetos necesarios en la batalla. 1.000 lanzas, 200 picas y 200 escudos completan el arsenal bélico. Sin olvidar que la mitad de la tripulación va equipada con cascos y corazas.

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