1- El nudo de la botella
Un poco técnico pero asequible, el nudo de eslinga, también conocido como nudo de botella o de cuello, le permite atar con seguridad su rosado para colgarlo en el mar. Esto le permite remojar una botella de su barco sin el riesgo de perderla.

2- El cubo colgante
Algunas botellas no tienen el tamaño adecuado para la técnica del collarín. O puede tener latas que necesitan ser enfriadas. En este caso, basta con colocar las bebidas en un cubo, llenarlo de agua y sumergirlo en el mar. Sin embargo, asegúrese de que el cubo está asegurado para que no pueda volcarse. Lo mejor es hacerlo con buenas condiciones de mar
Sin embargo, la diferencia entre las temperaturas del aire y del agua debe ser lo suficientemente grande como para que el enfriamiento sea perceptible. Si no es el caso, puede utilizar el siguiente consejo.

3- La técnica del trapo húmedo
Basado en los principios de la termodinámica, este truco funciona perfectamente. Basta con envolver la botella en un paño húmedo y colocarla al sol en el viento. Al evaporarse el agua del paño, se enfriará la botella. Sin embargo, asegúrese de que el paño permanezca húmedo en todo momento.

4- La nevera con cubitos de hielo
En muchas tiendas de la costa se pueden comprar bolsas de cubitos de hielo. Todo lo que necesitas es una caja bien aislada, como una nevera de picnic, y llenar parte de ella con cubitos de hielo, ¡para tener las bebidas frías! Cuanto mejor sea el aislamiento de la nevera, más durarán los cubitos de hielo.

5- El truco de la sal gruesa
Si necesitas enfriar una botella a toda prisa para una ocasión especial y no tienes un congelador a mano, puedes sumergir la botella en un cubo con agua, cubitos de hielo y sal gorda.

Esto ayudará a que el hielo se derrita y evitará que el agua se congele. Para derretirse, el hielo utilizará el calor de la botella. Un rápido refresco en perspectiva. ¡Pruébalo!