Barcos de apoyo para jugar en el agua
Los buques de carga son como cajas de juguetes flotantes para los superyates a los que acompañan. Con gran capacidad de carga, suelen albergar una impresionante variedad de vehículos y juguetes acuáticos.
Aunque los primeros modelos se desarrollaron en los años 90, parecían más bien almacenes flotantes poco atractivos. En los últimos años, la tendencia ha sido que estos llamados "barcos en la sombra", al seguir los pasos de los superyates en euros, rivalicen con sus barcos madre en términos de lujo y sofisticación.
Un catamarán de apoyo de aluminio de 66 m
Hodor es un buque de apoyo de aluminio de 66 metros cuyo diseño y arquitectura naval se encargó a Incat Crowther, especialista australiano en catamaranes de pasajeros. El multicasco de tres cubiertas fue construido en España por el astillero Astilleros Armón y es el único buque de apoyo de fabricación española.
Es el primer catamarán de la gama Shadow diseñado específicamente para el sector de la náutica. Tiene una manga de 14 metros y puede alcanzar una velocidad máxima de 22,5 nudos. Según el arquitecto naval, su diseño de catamarán le permite ahorrar un 40% de combustible, es decir, 160.000 litros de gasóleo.
Los elementos clave de su diseño son la proa invertida, una capacidad de carga máxima de 240 t y un calado de 3,1 m.
Diseño y disposición sofisticados
Como barco de apoyo de uno de los superyates más famosos del mundo (cuyo nombre sigue siendo un secreto), su diseño se ha adaptado para ofrecer la máxima sofisticación. Sin embargo, sus características son las mismas que las de cualquier otra embarcación de apoyo: gran espacio en cubierta, amplio almacenamiento, estabilidad, eficiencia y flexibilidad.
Hodor se ha adaptado completamente para transportar, suministrar y optimizar las capacidades básicas de la nave nodriza. El diseño interior fue realizado por Oliver Design, una empresa española especializada en diseño y arquitectura naval. Este es el primer proyecto de diseño de interiores de barcos de sombra de la firma española.
a petición del propietario, Oliver Design diseñó todos los espacios habitables del catamarán, desde las elegantes zonas para los invitados hasta los alojamientos para los veinte miembros de la tripulación. La empresa también trabajó en el aislamiento de las zonas técnicas y, en particular, de la bodega de motores.
A bordo hay un helipuerto, un minisubmarino, un sofisticado equipo de buceo y una cámara hiperbárica (de descompresión), así como varias embarcaciones y vehículos de recreo: una embarcación auxiliar de 18 m de longitud, lanchas a motor, motos acuáticas, quads y buggies.
El superyate Hodor en imágenes
Fotos: Clint Jenkins photography
