Tras ocho años de fiel servicio, el Leopard 45 deja paso al Leopard 46. Para este nuevo catamarán, los diseñadores encargados del proyecto no buscaron revolucionar el género, sino mejorar y optimizar uno de los superventas de la marca. Este inteligente enfoque ha dado como resultado un multicasco muy versátil y realmente adecuado para su programa dual Propietario/Charter.
La tarea del Leopard 46 es sustituir al 45, que fue un gran éxito para la marca: se vendieron 368 unidades. No es tarea fácil suceder a un icono, y Robertson & Caine (constructor de los catamaranes Leopard) se basó en su experiencia y en los comentarios de los clientes para optimizar el diseño y el rendimiento del multicasco.

Desde el principio, los diseñadores quisieron crear un catamarán que fuera muy habitable, es decir, con un espacio a bordo totalmente optimizado. La idea también era crear un concepto abierto, con una cubierta principal muy luminosa y realmente abierta al resto del barco.
El astillero también ha querido ofrecer un buen rendimiento a vela, ya sea en modo chárter o en manos de un armador privado. Por último, Leopard aprovecha este nuevo modelo para pasarse a la propulsión eléctrica, ofreciendo este modo de propulsión como opción. Una interesante declaración de intenciones, y un resultado aún más interesante.
Aunque la marca está respaldada por un sólido saber hacer, la decisión de optar por un motor híbrido cambia un poco las reglas del juego, introduciendo al Leopard en el club de los multicascos híbridos.
Resumen del informe
1
Leopard 46, un diseño que incorpora los elementos estilísticos clave de la marca
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Leopard 46, un interior amplio que difumina la frontera entre interior y exterior
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Leopard 46, buenas prestaciones navegando y con opción de motor híbrido
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