Después de la preparación del sitio, es el momento de instalar la Cápsula. Los tanques de lastre ya están instalados en el lecho marino y los buzos vendrán a colgar en ellos su hábitat submarino. La cápsula debe ser transportada primero en una semirrígida hasta el exterior del arrecife antes de ser remolcada bajo el agua con un propulsor. A continuación, se colocan las eslingas y en pocos segundos se instala la cápsula.
Gracias a las botellas de aire comprimido, el hábitat se llena de aire. A continuación, los buceadores ocupan su lugar a bordo por primera vez y es un verdadero momento de emoción para todos De hecho, este proyecto, que partió de la nada, permite ahora a tres buceadores vivir bajo el mar durante varios días seguidos.
Sólo que no es aire lo que llenará la cápsula, sino heliox, una atmósfera de helio y oxígeno, 7 veces más ligera que el aire y, por tanto, estupenda para respirar y que permite una descompresión más segura y rápida.
A continuación, los buzos instalan todo el equipo a bordo: 2 filtros de agua calcárea, 3 sensores de presión de oxígeno, 1 inyector de oxígeno y su electrónica, y el sistema de telecomunicaciones. Las baterías están conectadas y todo funciona correctamente
El siguiente paso será una inmersión de saturación -24 horas de pruebas- para comprobar los protocolos, la presurización, los procedimientos y poner a prueba al equipo.
