Navegar, saber cómo jugar y jugar con el viento

En los barcos de vela, navegar en ráfagas y rachas de viento requiere mucha atención para aprovecharla. Las ráfagas permitirán que algunos veleros despeguen mientras que otros se desviarán. Aquí hay algunos consejos para aprovechar las ráfagas en las regatas o en los cruceros.

El viento raramente es constante en fuerza y dirección, así que saboreémoslo cuando lo sea. Tan pronto como las condiciones sean un poco inestables, ya sea por el terreno o por las condiciones climáticas, el viento seguirá cambiando en fuerza y dirección. De hecho, el pronóstico del viento en las observaciones es un promedio de más de 10 minutos.

Así que ya que tenemos que lidiar con este viento caprichoso, aquí hay algunos consejos sobre cómo aprovechar las ondas en regatas y cruceros.

Un tripulante debe anunciar el hazmerreír

En tiempo de ráfagas, un miembro de la tripulación debe ser encargado de anunciar las risas haciendo una cuenta atrás "5, 4, 3, 2, 1, Risée?!". El tripulante debe estar concentrado en la superficie del agua a barlovento en 3/4 de la proa del barco a barlovento y 3/4 de la popa a sotavento. Un agua más oscura y temblorosa ayudará a identificar la ráfaga.

La tarea es tan delicada como excitante. A medida que la experiencia llega uno se vuelve más y más experimentado y preciso en la evaluación de la distancia, la fuerza e incluso la dirección de la burla.

La comunicación con el timonel y los trimmers

Este anuncio de ráfagas permite a la tripulación actuar en consecuencia. A barlovento, sabemos que un ángulo de escora constante y razonable debe mantenerse para limitar la deriva, el timonel debe eventualmente ondear al viento y chocar la vela mayor para acompañar el aumento del viento.

A sotavento, cuando una ráfaga golpea el barco, la presión aumenta en las velas y se acelera. Cuando se navega a sotavento, especialmente con vientos ligeros, se puede contar con que el barco acelere bruscamente, de ahí la importancia de mirar hacia atrás y estar preparado para trasluchar para seguir o permanecer en un arrecife.

El papel del recuerdo

El hazmerreír animará las vidas de la tripulación en la retirada. Ya no es cuestión de sentarse tranquilamente y dejar que tus pensamientos vaguen entre las chinchetas. Aquí, el papel de la tripulación es primordial para controlar el ajuste. Si el barco se escora, la quilla y el timón pierden su efectividad al instante y empiezas a resbalar.

Cuando se anuncie la ráfaga, la tripulación debe estar lista para poner todo su peso en las líneas, brazos y piernas lo más lejos posible de la borda. Y tan pronto como el viento amaine, la tripulación que sienta que la inclinación disminuye debe limitar su retirada de las líneas, o incluso retirarse de ellas.

Manteniendo el control

A barlovento, el arrecife puede hacer que el barco "pase por encima del timón". A medida que la escora aumenta, el timón pierde su efectividad y el efecto del casco hace que el barco se mueva contra el viento. Cuando el timonel trata de girar el timón, le da un ángulo tal que se clava y desengancha el agua. El barco ya no responde y "pasa por encima del timón". Es esencial evitar este deslizamiento incontrolado, y los trimmers, especialmente los de la vela mayor, deben estar preparados para el choque.

También a favor del viento existe el riesgo de dejar el lof, con las mismas consecuencias. Si el barco se escora demasiado y el timón está "sobrecargado" puede perder el control de la misma manera.

La información sobre el arrecife le permitirá estar listo para soltar la vela mayor y facilitar la escota del spinnaker para "descargar el timón" y mantener el control para recortar en el arrecife.

Manteniendo su alojamiento razonable

Cuando la ráfaga golpea el barco, toda la tripulación debe tener éxito en cruzar esta cresta, ya sea apoyándola cuando el viento es fuerte o aprovechándola cuando es más ligero. A barlovento, si el viento es fuerte, no hay que dudar en navegar con la guía de la vela de proa hacia abajo, si esto permite mantener un ángulo de escora razonable. A sotavento, en la ráfaga, puedes aprovechar el hecho de poder bajar más de lo habitual utilizando a tu favor el viento aparente que viene un poco más al lado (se niega).

Estar enfocado

Las condiciones inestables del viento requieren una concentración extra para reaccionar y adaptarse a las nuevas condiciones. La navegación es más delicada y aún más excitante, ya que hay que estar atento al entorno exterior e interactuar con el velero. Usted es la interfaz entre el exterior y el velero. Anticipando el momento en que el arrecife golpeará el barco, podremos actuar sobre las velas y el timón.

Las patatras y las bastaques

En una ráfaga, el backstay y los corredores deben ser apretados para bloquear el aparejo. Una vez que la tensión es correcta, se puede empezar a hacer un ajuste fino. Tirando del tope del mástil se doblará el mástil para aplanar las velas y abrir las caídas. Con un backstay reducido, un ajuste dinámico en el área de arrecifes liberará la energía, y si esto no es suficiente, tendrá que actuar sobre el viajero y luego sobre la sábana.

Más artículos sobre el tema