La regata "salchicha y vino tinto"
La mayoría de las regatas locales están abiertas a los cruceros con marineros lambda a bordo que sólo buscan un pretexto para hacerse a la mar y disfrutar de un espacio de libertad.
La idea de participar en una carrera puede parecer intimidante para el novato. Pero con unos pocos ajustes en tu crucero, leyendo las reglas básicas de las carreras y reclutando amigos y familiares como tripulación, estarás listo para competir en poco tiempo.
¿Por qué régater??
Obviamente, en los argumentos está el conocimiento técnico de su yate de crucero, pero no todos quieren ser campeones olímpicos de su bahía. Participar en las carreras locales también te permite crear vínculos y tomar un descanso de la vida terrestre.
Aquí hay algunas buenas razones para considerar una regata en su crucero este año:
- Habilidades técnicas :
Sea cual sea su nivel de práctica, la práctica de la regata le hará más competente. Incluso los simples "bananas" (carreras en las que vas a favor y en contra del viento) te ofrecerán todo tipo de escenarios y condiciones climáticas cambiantes y te harán más competente. Las carreras son también una gran manera de afinar tus conocimientos náuticos para un viaje más largo.
- Federar una tripulación
No necesitas estar rodeado de medallistas olímpicos para participar en la regata de salchichas, más bien inscribe a tu familia y amigos como tripulación. Pueden vivir una aventura juntos o simplemente pasar tiempo juntos. También es una gran manera de transmitir tu amor por la navegación a tus hijos o seres queridos.
- Creando enlaces :
La regata es una buena forma de involucrarse en el mundo de la vela y de conocer a gente que comparte la misma pasión. Y si te gusta, también puedes ayudar a desarrollar la comunidad de navegantes ofreciendo lugares abiertos para principiantes a bordo de tu velero.
- Tómese un descanso
La vida profesional impone un ritmo en el que es fácil olvidar la desconexión. Así que tómate el tiempo para ir más despacio. Las regatas de salchichas son una buena excusa para reservarse un tiempo para el placer de estar en el agua y dejar todo lo demás en tierra.