¿Y si dejamos que los arquitectos imaginen el velero del futuro. No estoy seguro de lo lejos que estaría del Némesis Uno. Diseñado (imaginado) por el VPLP, este catamarán de 101 m navegará en sus láminas con la mayor comodidad para la tripulación.

No hay un yate de carreras sin un baño o una cocina, el Nemenis One es un catamarán de lujo. Las velocidades anunciadas hacen que tu cabeza gire: 33 nudos de velocidad de crucero, más de 50 nudos en los picos..

Para ello, este catamarán utilizará el sistema de velas de Oceanwings desarrollado por la empresa en su prototipo de 8 metros. Esta vela se despliega y se detiene automáticamente. Así, todas las maniobras y ajustes se confiarán a un ordenador, pilotado desde una estación de timón situada en la parte delantera de la cápsula.

Para esperar estas velocidades, el catamarán está equipado con láminas y timones con planos autoportantes. Las láminas están servocontroladas para asegurar un perfecto control del talón y el balanceo. Así, el catamarán podrá alcanzar su velocidad de crucero cuando se instale en sus 4 aviones autoportantes. Y si quieres aumentar el ritmo, sólo tienes que meter un papel de aluminio. El comportamiento del barco cambiará, pero las velocidades aumentarán.

Al llegar a puerto (o al ancla) las láminas y los timones se retraen, limitando así el calado. En el lado del motor, el barco estará equipado con un motor de hidrógeno con 750 m2 de paneles solares que producen hasta 150 kW! Las bases de los motores también se retraen durante la navegación.

Para la navegación, un radar es capaz de estimar la altura de las olas encontradas y adaptar automáticamente la incidencia de los servo folios para ofrecer el mejor confort a la tripulación. Y para evitar obstáculos, un sistema de realidad aumentada estará disponible en el hielo en la estación de timón.

En términos de confort, este yate de 39m de ancho debería ofrecer un enorme espacio vital. Los arquitectos imaginaron cabañas con techos abiertos para poder dormir bajo las estrellas. Los camarotes también se diseñarán como módulos que pueden desembarcar a voluntad, ya sea para pasar una noche en tierra o para aligerar el yate y ponerlo en modo de carrera.

Sobre el papel el proyecto no tiene sentido. Sin embargo, todas las tecnologías implementadas ya existen hoy en día. Queda por ver si Némesis encontrará un inversor lo suficientemente loco como para embarcarse en tal proyecto. Mientras tanto, es bueno soñar con encontrar este catamarán futurista en un fondeadero.
