Fabrice Amédéo pone fin a su Vendée Globe 2020

© Pierre Bouras #VG2020

Incapaz de reparar sus dos ordenadores de a bordo, Fabrice Amédéo, patrón de Newrest - Art & Fenêtres ha tomado la decisión de retirarse de la Vendée Globe 2020.

Más computadoras a bordo

Enfrentado a problemas informáticos desde la mañana del jueves 10 de diciembre, Fabrice Amédéo se dirigió al norte para intentar reparar sus dos ordenadores de a bordo. Privado de su equipo, sólo el GPS le permite conocer su posición en el mar. El daño ocurrió cuando navegaba en la 21ª posición con vientos de 25 a 35 nudos y mar gruesa.

"Nuestros barcos hidroala son diabólicos con vientos fuertes", explica Fabrice. Quiero ser capaz de navegar según un principio que siempre ha sido mío: como buen marinero y con la sensación de tener el control de mi seguridad y la de mi barco"

Así que decidió ir a Ciudad del Cabo en su turno y abandonar la carrera. "Es muy difícil de soportar"

Como recordatorio, el capitán tuvo que regresar unas horas después de la salida del 8 de noviembre debido a los daños en el mástil. Después de dos días de reparaciones, estaba de vuelta en la carrera.

Fabrice Amédéo
Fabrice Amédéo

Las palabras del capitán

"Queridos amigos. Mi barco está bien. Nos cuidábamos mutuamente y yo me encargaba de algunas cositas en el instituto de Santa Elena. Mi barco está bien, pero desde ayer está ciego: debido a un nuevo problema informático, ya no puedo descargar los archivos meteorológicos, calcular la trayectoria óptima, la más rápida posible, pero también a veces la más sabia posible. Ante este obstáculo irremediable en mi camino, tengo dos opciones: detener mi Vendée Globe aquí o continuar. Es posible continuar a la antigua usanza, sin ninguna información y así cruzar el Océano Austral. Dejándome empujar por los elementos durante un mes hacia el Cabo de Hornos. Pero nuestros hidroalas son diabólicos con vientos fuertes y quiero poder navegar según un principio que siempre ha sido mío: como buen marinero y con la sensación de tener el control de mi seguridad y la de mi barco. Por lo tanto, he decidido detener mi Vendée Globe en Ciudad del Cabo. Es una decisión que fue difícil de tomar, pero que estoy tomando a bordo. Soy muy infeliz, pero sé que me voy a recuperar. Me gustaría agradecer y pensar mucho en mis socios, a los que soñé con ofrecer un final en Les Sables-d'Olonne, como una pequeña luz al final del túnel en este año 2020, que ha sido complicado para todos. También doy las gracias a mi equipo técnico que hizo un gran trabajo. La Vendée Globe cuenta historias de vida y el fracaso es una de ellas. Voy a digerir este fracaso, que me hará crecer y volver más fuerte y sólido"

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