Ensayo / Prueba del Tringaboat T650, un barco anfibio tan cómodo en la carretera como en el agua

El Tringaboat T650 que probamos en Saint-Malo © Olivier Tourchon

El Tringaboat T650 es un barco anfibio. Diseñado por el arquitecto naval Pierre Delion, se fabrica en Francia, en Lannion, en un taller que emplea a 8 personas. Ofrece el curioso paso del mundo terrestre al arquimédico en sólo 44 segundos. Probamos este barco en la bahía de Saint-Malo.

Los barcos anfibios podrían estar en alza. Ofrecen a los navegantes un acceso al mar sin fisuras, desde sus casas hasta sus gradas. Sin embargo, existen algunas restricciones legales. Por ejemplo, la distancia recorrida no debe superar los 10 kilómetros y el piloto debe declarar estos diferentes trayectos a las autoridades.

Le Tringaboat T650 sous les remparts de Saint-Malo
El Tringaboat T650 bajo las murallas de Saint-Malo

Ruidoso en la carretera, el Tringaboat consume unos 16 litros cada 100 kilómetros. Hay que mover la tonelada y media de peso del barco, sobre todo porque está equipado con neumáticos de baja presión (prácticos para conducir en la arena) que tienen una tendencia natural a aumentar el consumo de combustible.

Hablando de combustible, el depósito es mixto para motores terrestres y marinos. Con una capacidad inicial de 100 litros, puede ampliarse con dos depósitos de 30 litros disponibles como opción (y cuya ubicación se facilita a bordo del barco).

En el mar, el T650 es más eficiente en cuanto a combustible. A 4.500 rpm, lanzado a su velocidad de crucero de 20 nudos, el Honda VTEC 4 tiempos de 150 CV consume 1 litro de combustible por milla náutica. Con el V6 de 175 CV (la potencia máxima), el consumo aumentará a 1,2 litros por milla náutica. Tenga en cuenta que el casco también está disponible con un motor de 115 o 135 CV. Aunque estos dos motores nos parezcan ligeros.

Experiencia general positiva en la carretera, el nivel de ruido debe reducirse

En la carretera, la experiencia es atractiva. El barco es flexible y los equipos de seguridad clásicos de un vehículo de carretera (4 cinturones de seguridad, limpiaparabrisas en particular) están presentes y proporcionan una sensación de seguridad. Las tres ruedas motrices de esta embarcación son independientes y están equipadas con un sistema antideslizante ( Control de agarre ) que reducirá la motricidad de una rueda en beneficio de las otras en caso de dificultad.

El radio de giro de 7,50 metros permitirá al T650 maniobrar con facilidad, a una velocidad no superior a 16 km/h. Es capaz de superar pendientes de más del 30%, por lo que puede utilizar la mayoría de los muelles.

El único inconveniente de la experiencia es el alto nivel de ruido de su motor de 25 CV. Se coloca en el casco de aluminio a la altura de la consola y tiende a transmitir sus vibraciones a todo el barco. Un motor más potente podría ser más silencioso, a costa de un mayor consumo de combustible. Estamos hablando de una embarcación anfibia, no de un coche, así que es normal que los esfuerzos se centren en las capacidades náuticas del vehículo.

Transición rápida y fluida entre mundos

El paso del mundo terrestre al acuático dura menos de un minuto, 44 segundos para ser exactos. Además, ¿podemos hablar de un pasaje? Es casi imposible diferenciar las sensaciones físicas entre el entorno marino y el de la carretera. El traslado es suave, las 3 ruedas suben por un sistema de gatos hidráulicos en su bodega y el T650 se transforma en barco una vez que las bodegas se cierran y se vacían del agua que habrán embarcado. Una vez hecho esto, las ruedas se apoyan en los mamparos de los búnkeres, para aumentar la estanqueidad del mismo.

Increíble cabina elevada

Si el tiempo ventoso del día de esta prueba no nos permitió hacer ninguna locura en el agua. El casco de aluminio diseñado por Pierre Delion (en forma de V) se levanta del agua con bastante rapidez (a unos 15 nudos) y, una vez en el agua, ofrece una estabilidad y un confort apreciables. Los francobordos son altos y seguros (84 cm hasta el pasamanos) y la pasarela permite rodear toda la bañera, que está elevada respecto al resto de la cubierta.

La planche de bord
La consola

La elección de elevar la bañera unos 20 cm es sorprendente, sin duda debido a la presencia de compresores y otras bombas en la sentina. Esta posición es perjudicial para la escora del barco, cuanto más alta sea la superestructura, más tenderá el barco a escorar.

Un cuadro de mando específico

Affichage video
El plotter Lowrance con el regreso de las cámaras de vídeo

Todas las funciones del barco en tierra (motorización y elevación de las ruedas) se realizan a través de una pantalla específica. Complementa al plotter que transmite toda la información de navegación (cartografía, sonda...).

Le tableau de bord de gestion du bateau à proprement parler
El cuadro de mandos de la propia embarcación
Tablette de contrôle de l'ensemble des fonctions du bateau
La pantalla de control de todas las funciones del barco a la izquierda del volante

El T650 que probamos se presentaba en el acabado Armoric. Este es el modelo básico, al que puedes añadir un gran número de opciones, algunas de ellas disponibles en packs, para conseguir el nivel de equipamiento que desees.

El T650 se ofrece con el sistema de sonido Tringa, que se conecta al teléfono del propietario para reproducir la música incluida, por ejemplo.

Para los distribuidores de barcos, los paquetes de opciones permiten esta personalización. Hay una oferta para cada segmento (buceo, picnic, pesca, baño de sol o senderismo).

Datos técnicos

Con una velocidad máxima de 38 nudos, su velocidad de crucero es de 20 nudos. Clasificado como categoría C, es capaz de transportar a 6 adultos en el mar (sólo 4 personas en la carretera). Tiene un calado de 2,48 m y una anchura de cubierta de 2,07 m. El casco tiene un calado de 43 cm, el motor de 69 cm. Digamos 1 m, incluyendo el pie del piloto.

Le Tringaboat T650 en navigation
El Tringaboat T650 en marcha

Existen dispositivos de seguridad para evitar falsas manipulaciones. Por ejemplo, es imposible volver a montar las ruedas si el barco no flota.

Una experiencia única

Viajar en un barco anfibio cambia inevitablemente la experiencia de navegación. Es la posibilidad de repostar en una gasolinera de la ciudad, cargar la nevera y el almuerzo de picnic en casa, y trasladar su embarcación sin necesidad de un remolque o de encontrar un espacio de aparcamiento para su coche. También es tranquilizador para los pasajeros evitar pasar por un pontón o por un muelle resbaladizo.

En el mar, el T650 es un barco agradable de manejar y de vivir. Se comporta de forma tranquila y eficiente en el agua. No cabe duda de que el V6 de 175 CV que se ofrece en otros lugares aporta un toque mucho más deportivo a esta embarcación, que no está pensada para este uso en la base.


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