Un barco de 23 pies en el Atlántico: la transformación de un posavasos en un velero

El Etap 23 ya está listo para navegar en alta mar

En septiembre de 2021, salimos del puerto de Granville a bordo de un velero de siete metros para un viaje de un año por el Atlántico. Pero antes, teníamos que preparar nuestro barco. He aquí algunas claves para preparar una pequeña embarcación para una larga travesía.

¿Cómo se transforma un frágil velero transportable en un verdadero y pequeño crucero oceánico? ¿Qué equipo hay que llevar a bordo antes de un viaje de varios meses en un barco diseñado para escapadas de pocos días? ¿Cuál es la mejor manera de ocupar este puñado de metros cuadrados garantizando un nivel óptimo de confort y seguridad para afrontar las duras condiciones del océano? Tuvimos un año para sopesar todas estas cuestiones y preparar a nuestro valiente Nordkyn, un Etap 23 de 1986, para su nueva aventura, que debía llevarle a cruzar el Golfo de Vizcaya hasta las islas de Madeira, Canarias y, por qué no, Cabo Verde.

La elección del regulador de velocidad del viento

Teniendo en cuenta sus anteriores viajes por los mares del norte (Escocia, Spitzbergeuros), nuestro barco ya había sido bastante bien equipado por sus anteriores propietarios. Ya teníamos un piloto automático eléctrico, un receptor SSB y un AIS a bordo. El juego de velas era casi nuevo, al igual que los obenques y el enrollador, mientras que en la sala de máquinas, la vieja Yamaha de dos tiempos había sido sustituida por una relativamente nueva de cuatro tiempos.

En los meses previos a nuestra partida, trabajamos duro para poner a punto este equipo. Además del piloto automático, nos dimos cuenta rápidamente del valor del piloto de viento. En caso de fallo eléctrico, nos ofrece la garantía de tener una solución segura para ponernos en marcha sin tener que dirigirnos las 24 horas del día. Sin embargo, muy pocos modelos son adecuados para su instalación en una embarcación pequeña. Tras varios meses de búsqueda en anuncios clasificados, conseguimos comprar un Navik Plastimo de larga duración y, con unos sencillos pasos, encontró su lugar en el espejo de popa.

Panneau solaire et régulateur d'allure prennent place sur le tableau arrière
El panel solar y el regulador de velocidad del viento están situados en el espejo de popa

Un equipo modificado para el mal tiempo

El sentido común también dictaba que adaptáramos nuestro aparejo a las condiciones que probablemente encontraríamos en alta mar. Además de instalar un estay en el que podemos lanzar un pequeño foque de tormenta, se ha añadido una tercera banda de rizado a la vela mayor. Esperamos limitar su uso en la medida de lo posible, ya que nuestra estrategia es evitar el mal tiempo eligiendo cuidadosamente nuestras ventanas meteorológicas. En cualquier caso, estaremos preparados si se presenta la oportunidad. En cuanto a la seguridad, no hace falta decir que llevamos a bordo todo el equipo necesario para estas travesías. A pesar de su fama de insumergible, hemos optado por equipar nuestro Etap con una balsa salvavidas, cuidando de elegir el modelo más compacto posible. La balsa salvavidas se colocó debajo de la escota de la botavara, mientras que el bote inflable se colocó en la cubierta de proa.

Baja demanda de electricidad

Llevamos nada menos que tres dispositivos GPS, incluyendo una tableta y un ordenador portátil resistentes al agua. Sin olvidar el Garmin In Reach, que nos permitirá, a bajo coste, intercambiar mensajes a través de la red de satélites con tres amigos que han aceptado actuar como routers en tierra. Con la BLU, tenemos más de una cuerda en nuestro arco para consultar el tiempo una vez que estamos en alta mar. Por último, gracias al piloto de viento y a falta de aparatos que consuman mucha energía, un simple panel solar de 50 vatios fijado en el balcón de popa nos asegura la autosuficiencia energética.

L'intérieur et l'équipement de cuisine assurent le confort en navigation
El interior y el equipamiento de la cocina garantizan la comodidad durante la navegación

Consejos para optimizar el confort

En cuanto a la comodidad, hemos hecho todo lo posible para crear un máximo de espacio de almacenamiento, sobre todo utilizando el espacio disponible en los tabiques de la cabina. Aunque el trazado del Etap 23 ya está bien diseñado desde el principio, el objetivo era utilizar pequeños trucos para mejorarlo. Por ejemplo, la mesa que cabe tanto en la cabina como en el salón se ha cortado en dos partes y se ha abatido. Esto nos permite plegarlo para liberar espacio cuando lo colocamos. Finalmente, tras varias experiencias gastronómicas desafortunadas en mares agitados, hemos adquirido una olla a presión. Esto nos permite ahora mimar nuestros estómagos en lugar del suelo del camarote.

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