El anclaje en los amarres es cada vez más frecuente
Cada vez son más las zonas costeras que prohíben el anclaje y están equipadas con amarres sólidos, mantenidos en buen estado. Se fijan a las boyas mediante cabos de gran diámetro, de los que sale un lazo formado por la tradicional e insustituible bolina, o una anilla metálica. Este sistema se adoptó para que los marineros en escala pudieran conectar su barco al bloque de hormigón del fondo arenoso. Desgraciadamente, coger este modesto globo desde la cubierta de un catamarán o de un gran monocasco, para pasar un cabo de amarre a través de él, resulta ser un verdadero reto que no todos los usuarios pueden superar fácilmente
Muchos tripulantes más o menos experimentados llegan a romper su reputación en este desafortunado escollo. Coger el maletero es una maniobra muy estresante para la mayoría de las tripulaciones familiares. Como esta no es una excepción, hemos estado probando varios dispositivos durante varios años.
En primer lugar, nos equipamos con estas sofisticadas y modernas pértigas para lucio, dotadas de sistemas de articulación diseñados para engancharse a los terminales de cuerpo muerto más resistentes.


Mejorar la visibilidad del timonel para posicionar el barco
Para optimizar las posibilidades de una buena maniobra de acabado, también instalamos una cámara para supervisar toda la operación desde la cabina. Esto permite al patrón ver la boya y el garfio del marinero en una pantalla, lo que le permite gobernar de la mejor manera posible para facilitar la tarea de entrada.


Se trata de una sencilla cámara de marcha atrás para autocaravanas. Se comunica con una pantalla vía wifi. Este económico sistema proporciona una satisfacción total. Tanto es así que el miembro del equipo a veces es aplaudido por los vecinos cuando coge las cajas Eso es lo que significa.

Entrada del maletero en el faldón trasero
También existe otro método sin utilizar la tecnología: atracar por la popa.
Todo resulta más fácil: el timonel puede ver muy bien la boya, incluso sin pantalla, y puede acercarse a ella fácilmente en marcha atrás. La boya está pronto al alcance del marinero, que puede agarrarla fácilmente y atravesar una pieza.
Luego, cada uno decide si quiere quedarse así y la zona de estar exterior está muy ventilada. O bien quieres absolutamente enfrentar el viento.
Balanceo del barco en los amarres
Aunque no es difícil, esta maniobra requerirá un poco de método, dependiendo de la habilidad de la tripulación y de la longitud de las líneas de amarre disponibles a bordo. Sin embargo, no habrá razón para estresarse mientras el barco esté asegurado al casco. Incluso es posible hacer un pequeño descanso antes del amarre final, lo que seguramente dará a todos una noche de sueño tranquilo.