Angulo de salida: un ángulo característico de las secciones del casco
Para entender un objeto, hay que ser capaz de describirlo con precisión y en los términos adecuados. El casco de un barco no es una excepción a este principio. Su forma suele ser compleja. Por lo tanto, su descripción requiere muchos criterios y parámetros. Echemos un vistazo a lo que comúnmente se conoce como el casco en V, o para usar el término preciso, angulo de salida.
Es el ángulo, en una sección transversal del barco, entre la horizontal y la tangente al casco en la quilla. Varía en función de la posición longitudinal de la sección.

Los nombres utilizados parecen lógicos. La sección del casco tiene efectivamente forma de V, más o menos acampanada. El manto es el elemento estructural transversal del fondo de un casco, y su elevación es el ángulo con el que se eleva desde la horizontal.
Proa profunda en V para dividir el mar
El arte del diseño del casco implica la hidrostática y la hidrodinámica. Es decir, concilia la distribución del volumen del casco de forma adecuada para que el barco flote (volumen suficiente) y en horizontal (buena distribución), con unas formas adecuadas para un buen comportamiento en el mar cuando el barco se mueve y se enfrenta a las olas. Las formas de proa y de popa no realizarán las mismas funciones.

La parte delantera del casco es la primera en entrar en las olas. Para hacer frente a las complejas condiciones del mar, una gran V evita que la embarcación se golpee con demasiada fuerza cuando cabecea y cae de nuevo sobre las olas. De esta forma se evita el impacto y el comportamiento de los golpes. Al mantener un poco de volumen en la parte superior de las secciones, se limita el riesgo de cabeceo que existe en las secciones demasiado finas.

Los constructores de yates que reclaman un buen paso por el mar suelen basarse en el argumento de una V profunda.
Superficies de carga en la popa de los barcos de planeo
Una vez terminadas las secciones delanteras, la función del casco evoluciona. Se trata sobre todo de ser lo más eficaz posible para limitar la fricción y la resistencia al avance. Para conseguirlo, la mayoría de los barcos rápidos no utilizan la llamada función arquimédica para planear. Este fenómeno se debe a la presión del agua sobre las secciones planas, que, al igual que el ala de un avión, eleva en parte la embarcación, haciéndola "pesar prácticamente menos"

Para que la planada funcione bien, las superficies deben ser bastante planas. Se puede observar que la V disminuye generalmente a partir de las secciones medias. Suele ser constante en el último tercio cerca del travesaño con valores. En este caso, el ángulo de salida suele ser de entre 15 y 20°.

Sin embargo, debe evitarse un casco plano en una embarcación rápida, ya que el barco pierde su estabilidad de rumbo, pues la quilla ya no cumple su función de mantener el rumbo.
Una vez comprendidos estos principios, corresponde al arquitecto naval encontrar el equilibrio adecuado y al navegante aprovecharlo