Las bacterias pueden vivir en el gasóleo. Encuentran comida en el combustible. Pero necesitan oxígeno para vivir. Este oxígeno lo proporciona el agua del combustible. Pero, ¿cómo llega esta agua a nuestro gasóleo?
¿De dónde procede el agua del gasóleo?
La presencia de agua en el combustible puede deberse a varias causas:
- La más común es la condensación que se forma en el depósito. Si todavía hay aire en el depósito, cuando éste no se llena, el intercambio de calor entre el interior y el exterior de las paredes forma condensación y, por tanto, agua. Para evitarlo, lo más seguro es repostar al final de cada temporada, cuando no se utiliza la embarcación.
- A veces es el depósito que suministra el combustible el que está contaminado. En este caso, se toma agua además de combustible. Esto suele ocurrir en estaciones con poco caudal, y si tiene la mala suerte de que le atiendan con un fondo de depósito.
- El tapón del depósito también puede tener fugas. Una junta seca o dañada, y el agua que escurre por la cubierta acaba en el depósito.
El peligro de las bacterias
El problema de las bacterias, que son organismos vivos, es que producen excrementos. Esto provoca la formación de lodos en el fondo del depósito, que acaban obstruyendo los filtros e incluso dañando la bomba de inyección.
Tratamiento biocida
Para evitarlo, hay que tratar el combustible. Bardahl ofrece un tratamiento biocida que se mezcla con el combustible. La botella de 250 ml trata hasta 500 litros de gasóleo. Es una solución que elimina bacterias, levaduras y moho. Además, el producto neutraliza los ácidos generados por las bacterias y evita así la corrosión del depósito. Este producto puede utilizarse como medida curativa para limpiar el tanque y como medida preventiva para evitar el desarrollo de lodos.
- Tratamiento biocida marino diesel: 13,95 euros
Eliminador de agua
Si ya hay agua en el combustible, debe eliminarse. Para ello se utiliza un dispersante de agua. En Bardahl, el producto es el mismo para los depósitos de gasolina y de gasóleo. El producto reduce las gotas de agua y las mezcla con el combustible para que salgan del depósito junto con éste. De este modo, protege el motor de averías y elimina el riesgo de óxido en el depósito. El dispersante de agua, en una lata de 300 ml, trata 60 litros de combustible. Es aconsejable añadirlo al combustible una vez al año.
- Dispersante de agua Gasolina y Diesel marino: 13,95 euros
