El mantenimiento de la jarcia es una tarea crucial para garantizar la seguridad, la longevidad y el rendimiento de su yate. A medida que se acerca el invierno, todos los propietarios de veleros se plantean la cuestión del almacenamiento invernal. ¿Debe desarbolar o dejar el mástil en su sitio? ¿Cómo proteger las velas, las maniobras y los accesorios de jarcia de la humedad, los rayos UV y el riesgo de corrosión? Para ello hay que tomar medidas precisas, desde el desmontaje de las velas hasta la inspección meticulosa de los componentes de la jarcia firme y de labor.
Inspección de la jarcia firme: comprobaciones esenciales
La jarcia firme, que comprende los obenques, obenques bajos, obenques altos, backestay y estay, soporta cargas pesadas. Estos cables de acero inoxidable están sometidos a tensiones y fatiga que se acumulan con el tiempo. La inspección periódica, incluso sin desarboladura, es crucial para evitar accidentes.

Fases de inspección :
- Inspección visual de los engarces compruebe las terminaciones de los cables en busca de signos de corrosión o Las grietas o los hilos rotos son indicadores claros de que es necesario sustituirlos.
- Control del tensor afloje ligeramente los tornillos del aparejo para identificar cualquier punto de fricción o agarrotamiento. Aplique una pasta antiagarrotamiento a base de zinc o molibdeno para evitar la corrosión de la rosca.
- Inspección del plato compruebe que no hay holgura ni deformaciones en los ejes de los platos. Es aconsejable desmontar las protecciones (cadenas o manguitos) para una comprobación visual completa de las fijaciones de la cubierta.
- Comprobación de los esparcidores inspección de los obenques: inspeccione los ejes y las fijaciones, y compruebe que no hay rozamientos anormales en ninguno de los obenques. Si aparecen marcas, pueden indicar un tensado incorrecto o un desajuste.
Por regla general, la jarcia firme debe sustituirse cada 10 o 12 años, en función de la intensidad de uso del yate y de las condiciones de navegación, especialmente los vientos fuertes y la navegación de larga distancia.
Desarmar las maniobras rutinarias: un paso esencial
Las drizas, escotas, amantillo y vang deben desmontarse para el almacenamiento invernal. La exposición prolongada a los rayos UV y a la humedad reduce considerablemente su vida útil.

Técnicas de retirada de maniobras :
- Uso de mensajeros para sustituir una driza o maniobrar por el mástil, sujete un mensajero (un cabo fino de aproximadamente el doble de la altura del mástil) a la driza. Esto permite izar el mensajero en lugar de la driza, facilitando su montaje tras la limpieza o sustitución.
- Marcado de cuerdas cada maniobra debe estar etiquetada con precisión para un reensamblaje eficaz. Un error en el paso de los cabos puede provocar roces indeseados o fallos de funcionamiento al navegar. Saque fotos antes de desmontarlas para tener una referencia visual. Si sus drizas son reversibles (se pueden utilizar ambos extremos), recuerde invertirlas con regularidad. De este modo se igualará el desgaste a lo largo de toda la cuerda, en lugar de forzar siempre la misma porción.
- Limpieza de las drizas para eliminar la sal: La sal es el enemigo número uno de las drizas. Para desalar las drizas, sumérjalas en una bañera o en un recipiente grande con agua dulce durante varias horas. Si están muy sucias, añada una pequeña cantidad de jabón suave. Algunas personas las meten en la lavadora con suavizante.
Limpieza de velas y maniobras: prolongar la vida útil de los tejidos
Con el paso del tiempo, las velas de un velero se ven sometidas a numerosas tensiones que comprometen tanto su longevidad como su rendimiento. Los principales enemigos de las velas son los rayos UV, las rozaduras y los golpes. Estos factores de desgaste acelerado pueden tener graves consecuencias si no se prevén. Por ello, el almacenamiento invernal es el momento ideal para realizar una inspección y un mantenimiento exhaustivos de las velas antes de guardarlas.

- Correas y ojales compruebe el desgaste de los puntos de fijación (cabeza, tachuela, chapa).
- Costuras inspeccione las costuras principales y secundarias, especialmente en las zonas sujetas a zurcido.
- Borde y cascada asegúrese de que los nervios de caída y de borde están en buen estado y de que los tacos funcionan correctamente.
- Tornillería en las velas de sables o enrollables, compruebe los cabos de los pernos y los sistemas de sujeción a lo largo del grátil.
- Zonas de fricción compruebe las zonas de contacto entre las velas y los componentes del barco, especialmente donde rozan con los obenques, los puntales o los cadenotes.
- Banda anti-UV inspeccione la cinta de protección UV de su génova enrollable. Sustituya cualquier cinta de protección UV desgastada o dañada.
Para limpiar las velas, el remojo es un método eficaz si se dispone de espacio suficiente. Basta con sumergir las velas en una bañera grande, como un contenedor o embarcación auxiliar, con una solución jabonosa suave, como el jabón St Mark's. Es importante evitar los limpiadores abrasivos y los cepillos duros que podrían dañar las fibras o resinas de tejidos como el Mylar y el Pentex. Si no es posible dejarlas en remojo, las velas pueden enjuagarse a fondo con un chorro de agua a baja presión, teniendo cuidado de no dañar las velas ligeras como las de Kevlar o nailon. Es esencial no utilizar nunca productos químicos, disolventes o lejía, que son extremadamente perjudiciales para los materiales de las velas.
El secado es uno de los pasos más importantes tras la limpieza de la vela, ya que una vela mal secada es rápidamente propensa a la aparición de moho, lo que afecta a su durabilidad y rendimiento. Existen varios métodos para llevar a cabo esta operación, en función de la infraestructura disponible.
El mejor método es izar las velas en un lugar protegido, como hacen los veleros profesionales. Al izar la vela a cubierto, se seca uniformemente sin riesgo de arrugas ni de exposición prolongada a la humedad. Esto también permite comprobar el estado general de la vela mientras el aire circula libremente por toda su superficie. Sin embargo, esta opción requiere un espacio interior suficientemente amplio y adecuado, lo que no siempre es posible en puertos o astilleros.
Si no dispone de esta opción, la solución más sencilla es secar las velas en plano, al aire libre, sobre una superficie limpia. Es esencial dar la vuelta a las velas con regularidad para garantizar un secado uniforme por ambas caras. El principal riesgo de este método es que, si las velas no se manipulan correctamente, pueden formarse arrugas marcadas, sobre todo si son de tejido laminado o reforzado. Para evitar este problema, se recomienda enrollar ligeramente los bordes en lugar de doblar bruscamente el tejido.
Mantenimiento de los sistemas de rizos y poleas: garantizar el buen funcionamiento de los accesorios
El enrollador de génova, al igual que las poleas de driza, suelen descuidarse durante el invierno, a pesar de que estos elementos son cruciales para el buen desarrollo de las maniobras en temporada.
- Enjuagar los carretes los sistemas modernos de rizado (como los fabricados por Facnor o Profurl) no necesitan desmontarse, pero deben enjuagarse a fondo con agua dulce dos veces al año. Hay que prestar especial atención a los cojinetes, que deben mantenerse lubricados para evitar puntos duros.
- Control de la polea inspeccione las poleas del mástil y la botavara para asegurarse de que giran libremente. Un aspecto del mantenimiento de las drizas que a menudo se pasa por alto es el estado de las roldanas, las poleas que alimentan las drizas al tope del mástil o la botavara. Las poleas en mal estado o agarrotadas pueden provocar una fricción excesiva. Límpielas con agua dulce y aplíqueles un lubricante de silicona. Si rozan o hacen ruido, desmóntelas para limpiarlas a fondo. Esto permitirá que las drizas se deslicen con mayor suavidad y reducirá el desgaste por fricción.
Almacenamiento de equipos: conservación de los equipos durante el invierno
El almacenamiento de velas, maniobras y accesorios es un paso que no debe descuidarse. Un almacenamiento inadecuado puede causar daños, aunque el material se haya limpiado y secado correctamente.
- Velas plegadas o enrolladas es preferible enrollar las velas a plegarlas para evitar la formación de pliegues marcados, sobre todo en las velas laminadas o con refuerzos de Kevlar o Dacron. Si tienes que plegar, cambia los pliegues de un año para otro para limitar las zonas de debilidad.
- Maniobras una vez desalinizadas y secadas, las maniobras deben guardarse en un lugar seco. Evite las bolsas de plástico herméticas, que favorecen la condensación.