Ensayo / Prueba en el mar del Navan C30: un buque con un casco que va a todas partes

Salimos de Mandelieu la Napoule para un preestreno del Navan C30 en una térmica del oeste de 15-20 nudos y un chop corto durante todo el día. Si a esto le añadimos el intenso tráfico marítimo de un buen día en la Costa Azul, obtenemos un chop corto cruzado, ideal para poner a prueba las capacidades de nuestro casco escalonado.

Tuvimos la oportunidad de ver el Navan C30 desde Mandelieu-la-Napoule. A última hora de la tarde soplaba en la bahía un viento del oeste de entre 15 y 20 nudos, que creaba un ligero chop después de un ajetreado día en la Costa Azul. Esto nos dio una buena oportunidad para probar la capacidad de avance del casco.

Características prometedoras

Con una eslora total de 10,23 metros, este casco deportivo tiene un desplazamiento de algo menos de 3.900 kilos sin motores. Capaz de albergar un total de 600 CV a potencia máxima, el C30, al igual que los demás modelos de la gama Navan, está fabricado en poliéster.

Un salpicadero ergonómico

Cómodamente sentados en el asiento del conductor, disfrutamos de la ergonomía del salpicadero. Alberga dos pantallas rasantes Simrad de 12 pulgadas. La palanca del acelerador se adapta cómodamente a la mano, junto con el joystick Piloting Mercury.

El conductor puede elegir estar sentado o de pie, con diferentes ajustes del asiento y reposapiés fijos para ayudar a todos a encontrar la posición de conducción óptima.

Un barco cargado

Con 9 pasajeros a bordo, nuestra embarcación es pesada, pero todos han podido acomodarse cómodamente para emprender esta navegación durante la cual pondremos a prueba los límites del C30. Entre los asientos corridos del salón y el asiento corrido de la bañera, todos están seguros y protegidos.

No hay pasamanos en el asiento trasero, pero los movimientos del C-30 se mantuvieron suaves a pesar de nuestra conducción deportiva.

Rendimiento de altos vuelos

Con dos V8 que desarrollan un total de 600 CV, era de esperar que las prestaciones del C30 fueran elevadas. Tras pasar el canal de Mandelieu La Napoule, apretamos el acelerador. La respuesta fue instantánea y rápidamente alcanzamos los 47 nudos, a pesar del barco cargado y el mar agitado.

Nuestra velocidad de crucero está fijada en 3.500 rpm, lo que corresponde a una velocidad de 25 nudos, con un consumo por hora de 67 litros. Con un depósito de 400 litros, la autonomía es de unas 150 millas a esta velocidad.

El paso por el chop es excelente y el Navan C30 no muestra vibraciones ni ruidos parásitos. A pesar de su estrecho casco, escora moderadamente en curvas cerradas y no cavita.

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