Con Blue Observer llegando a su fin, ¿qué le depara el futuro al famoso velero Adrien?

Blue Observer, sociedad por acciones simplificada fundada en febrero de 2021 en Brest, fue liquidada por el Tribunal de Comercio de Brest el martes 9 de abril de 2024. Pionera en la descarbonización de las ciencias oceánicas, Blue Observer había adquirido el antiguo Adrien, velero de aluminio de 25 metros y plusmarquista de la vuelta al mundo, con el objetivo de ofrecer a los laboratorios de investigación, en colaboración con los científicos, un modelo más eficiente desde el punto de vista energético para realizar campañas oceanográficas en alta mar.

Transformar Adrien en un velero científico

En febrero de 2021, Blue Observer, fundada en Brest por tres visionarios y apoyada por once socios, se embarcó en una ambiciosa aventura para transformar las ciencias oceánicas. Esta sociedad anónima simplificada tenía un objetivo claro: proponer un modelo energéticamente eficiente para las campañas oceanográficas. Para ello, adquirió un velero, el Adrien, antiguo icono de las regatas oceánicas, propiedad de Jean-Luc Van Den Heede. Este barco de aluminio de 25 metros encarnaba esta visión, ofreciendo una alternativa viable y menos contaminante a los métodos tradicionales de investigación en alta mar. Para ello el barco se sometió a importantes obras en Brest durante 2021, con la adición de un laboratorio e instalaciones adaptadas para la tripulación .

Una primera misión ejemplar

El 14 de noviembre de 2021 marcó un hito importante para Blue Observer con la salida de su primera misión oceanográfica, dirigida por el navegante Eric Defert y su tripulación de seis personas. Esta expedición, en beneficio del programa internacional ARGO y apoyada por OceanOPS, representó una exitosa prueba de concepto. A lo largo de 17.000 millas náuticas por el Atlántico Norte y Sur, la tripulación demostró la viabilidad de las misiones oceanográficas a vela. Al desplegar 95 flotadores de perfilado para medir la temperatura y la salinidad de la columna de agua, la misión no sólo alcanzó sus objetivos científicos, sino que también demostró que es posible reducir significativamente la huella de carbono de la investigación en el mar, con un consumo mínimo de combustible.

Retos financieros insuperables

A pesar del éxito de su primera misión y de la puesta en marcha de una estrategia destinada a diversificar sus fuentes de ingresos, Blue Observer se encontró con grandes dificultades financieras. Las campañas científicas, aunque prometedoras, y el apoyo de socios comprometidos con un enfoque de RSE no bastaban para garantizar la viabilidad económica de la empresa. La falta de visibilidad y el volumen insuficiente de las campañas programadas condujeron a una decisión dolorosa pero inevitable: la liquidación de Blue Observer, anunciada el 9 de abril de 2024. Esta conclusión pone de manifiesto los retos a los que se enfrentan las iniciativas innovadoras de investigación oceanográfica, a pesar de su innegable potencial para contribuir a la lucha contra el cambio climático. La lección de esta aventura es clara: la transición hacia prácticas más sostenibles en las ciencias del mar requiere no solo avances tecnológicos, sino también un modelo económico sólido capaz de respaldar estas innovaciones.

Mientras tanto, el Blue Observer sigue atracado en Bretaña, y Adrien, tras sus vueltas al mundo y sus investigaciones oceanográficas, tendrá que encontrar nuevos proyectos para hacer soñar a los navegantes.

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