Catamarán de recreo, el 30 SportCat devuelve a la vela ligera el lugar que le corresponde y le permite redescubrir sensaciones a veces olvidadas en los grandes catamaranes de crucero.
Si echa la vista atrás, verá que los catamaranes deportivos, tan populares en los años 80, contribuyeron realmente al éxito del multicasco.

Una categoría casi desaparecida
A lo largo de los años, estos pequeños catamaranes se han limitado principalmente a las escuelas de vela. Los modelos un poco más grandes, de unos 10 m, a veces con dos pequeñas cabinas en los cascos, prácticamente han desaparecido, para ser sustituidos por trimaranes plegables.
Ahora queda por ver si Xquisite limitará el 30 sportcat a su escuela de vela, o si la marca tiene verdaderas ambiciones para este barco, que podría resucitar el concepto de catamarán abierto y deportivo de 30 pies.
Desde ese punto de vista, es más probable que la competencia proceda de los trimaranes plegables o no plegables. El único catamarán de la misma categoría es el Windpearl Ventio, un catamarán de 35 pies (total) con cubierta totalmente abierta y dos camarotes.

Un precio bastante elevado
Por último, aunque la seriedad de la construcción del 30 Sportcat y la calidad de su equipamiento son dignas de elogio, el precio anunciado para este modelo es un poco desconcertante. Con casi 300.000 dólares, el catamarán Xquisite es casi un 50% más caro que el Windpearl, que ofrece dos camarotes reales.
Un precio que podría echar para atrás a los compradores potenciales, aunque hay que decir que el barco fue muy bien recibido en los primeros salones náuticos, tanto por profesionales como por navegantes. En su defensa, el 30 Sportcat viene completo, y las pocas opciones que se pueden añadir corresponden a un uso específico del barco.

Después de pasar unas horas a su timón, realmente esperamos que el precio baje y que más gente tenga el placer de navegar en él. Un barco sencillo, seguro y divertido de navegar, algo que faltaba en el mundo de los multicascos.