La vuelta al mundo a los 77 años, la hazaña de la navegante británica Jeanne Socrates

A los 77 años, Jeanne Socrates ha dado la vuelta al mundo en solitario y sin escalas a bordo de su yate Nereida, convirtiéndose en la regatista de más edad en conseguirlo. Un repaso a la vida de una mujer inspiradora, desde su infancia en un orfanato londinense hasta sus hazañas en el mar.

Una infancia modesta y una pasión tardía por la vela

Nacida en 1942, Jeanne Socrates creció en el este de Londres, marcada por el tumulto de la Segunda Guerra Mundial. Hija de una madre adolescente y de un padre aviador al que nunca conoció, pasó parte de su juventud en un orfanato. " Siempre me ha gustado el agua" confiesa, " A los 12 años aprendí a bucear por mi cuenta en la piscina del colegio. "A pesar de comenzar su vida lejos de los océanos, su amor por la naturaleza se confirmó de niña, cuando observaba los pájaros en los parques londinenses.

Jeanne no descubrió la vela hasta los 48 años, durante una excursión escolar con sus alumnos a la isla de Wight. Profesora de matemáticas, se aficionó a la vela con su marido, Georges. Juntos compraron su primer barco, Nereida en 1997. Pero en 2003, la muerte de Georges marcó un punto de inflexión en su vida. Jeanne, viuda a los 61 años, decidió perseguir por su cuenta el sueño de un viaje por mar: " Tras su muerte, no quería abandonar el barco. Aprendí y, paso a paso, gané confianza en mí misma i". Ha encontrado en la vela una forma de terapia y de seguir viviendo intensamente.

Jeanne heureuse à bord de Nereida
Jeanne feliz a bordo de Nereida

Una hazaña sin precedentes: 320 días en el mar

En septiembre de 2019, tras 320 días en el mar, Jeanne completará la circunnavegación del globo en solitario, sin asistencia ni escalas, convirtiéndose a sus 77 años en la navegante de más edad en lograr esta hazaña. A bordo de Nereida con su velero de 11,50 metros, navegó a través de las tormentas del Océano Antártico, luchando contra vientos violentos y numerosos incidentes de daños. Su vela mayor se rasgó en el Cabo de Hornos y sus paneles solares cayeron por la borda, privándole temporalmente de energía. Pero su ingenio y tenacidad le permitieron seguir adelante Mientras tengas una vela, un ancla y un timón, puedes navegar. El resto es una ventaja ".

Cuando llegó al puerto de Victoria (Canadá), una multitud la aclamó. " ¿Por qué debería parar? El plan es seguir navegando donde me plazca ", dice con una sonrisa traviesa.

Le sourire de Jeanne l'arrivée de son tour du monde
La sonrisa de Jeanne al final de su vuelta al mundo

Vela para mayores: ¿un caso especial?

Según un estudio reciente, menos del 5% de los navegantes en solitario tienen más de 65 años, debido a las exigencias físicas y mentales de la actividad. Sin embargo, Jeanne ha demostrado que la edad es sólo un número: " Lo que cuenta es la actitud mental. Hago sentadillas y abdominales a bordo, pero sobre todo, me tomo mi tiempo.. ".

Su historia refleja una tendencia creciente entre las personas mayores a superar los límites, ya sea en la navegación o en otras aventuras. Sin embargo, Jeanne sigue siendo una excepción: su récord es testimonio de una preparación meticulosa y una resistencia fuera de lo común.

Un legado de inspiración

Con su inagotable sonrisa y su espíritu aventurero, y ahora que se acerca a los 82 años, no tiene intención de colgar las botas. Su yate, Nereida pero el equipo de Jeanne permanece a su lado como un fiel compañero, listo para nuevas hazañas. Jeanne es la encarnación de la superación personal, demostrando que los límites son a menudo los que nos imponemos a nosotros mismos.

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