El lanzamiento del Bali 5.2 se inscribe en la estrategia de diversificación del Grupo Catana. Situado entre los modelos 5.8 y 4.8, este catamarán de 52 pies explora un segmento en el que el equilibrio entre confort, espacio habitable y navegabilidad es crucial. El estudio del layout y la integración de soluciones específicas de la marca invitan a observar la evolución reciente del mercado de los multicascos.

Un nuevo formato en la gama de 50 pies
La llegada del Bali 5.2 confirma la voluntad del astillero de llenar un vacío en su gama. Hasta ahora, no existía ningún modelo en la gama de 52 pies. Esta elección no es baladí: responde a una demanda creciente de los navegantes que buscan un compromiso entre la maniobrabilidad de un 48 pies y los mayores volúmenes de un 58. Con este nuevo tamaño, el Grupo Catana afina su gama para satisfacer las necesidades de los cruceristas de larga distancia, así como de los operadores de chárter que prefieren este segmento.

Diseños modulares y una amplia gama de configuraciones
El Bali 5.2 presenta un grado de modularidad poco común en un catamarán de su tamaño. Ofrecido en 3 a 6 camarotes, puede acoger hasta 16 personas, gracias sobre todo a los camarotes de popa configurados para 3 personas y a la posibilidad de acondicionar los pontones de proa. Esta flexibilidad abre un amplio abanico de posibilidades: uso familiar, chárter con tripulación o programas mixtos. Las variantes para armador también permiten maximizar el espacio de almacenamiento y adaptar la distribución interior a las preferencias de la tripulación. Este enfoque confirma una tendencia importante en la industria náutica: diseñar multicascos como plataformas evolutivas.

El concepto "dentro-fuera" en el corazón del diseño de Bali
Desde su creación, Bali ha dejado su impronta en el mercado con su concepto abierto. El 5.2 retoma esta firma con la puerta basculante que une el salón y la bañera, una cubierta integral a proa y una puerta de comunicación directa con la barquilla. Estos elementos han cambiado radicalmente la forma de utilizar y desplazarse por la embarcación. La cubierta de proa, antes criticada, se percibe ahora como un verdadero espacio vital que puede utilizarse tanto navegando como fondeado. La cubierta, equipada con bancos y una mesa, completa la gama de espacios modulables, ofreciendo una terraza con vistas al mar. Estas opciones reflejan la evolución del multicasco de crucero hacia un uso residencial, concebido para ocupar todos los volúmenes.

Planos de alas y motores

La herencia de Catana sigue siendo visible en la atención prestada al rendimiento a vela. El Bali 5.2 tiene una vela mayor de cuerno de 94 metros cuadrados y un génova solapado de 70 metros cuadrados, complementados por un Código 0 de 105 metros cuadrados. Esta vela proporciona una interesante versatilidad tanto en vientos ligeros como en ceñida. En cuanto a la propulsión mecánica, Yanmar ha equipado el catamarán con motores de hasta 115 CV cada uno, una elección pensada para garantizar la autonomía y la seguridad durante largas travesías o maniobras portuarias. La estación de navegación incorpora un sistema de control eléctrico y electrónico centralizado, que combina instrumentos de seguridad y gestión de los recursos hídricos y energéticos.

