Comprobación de mástiles y jarcias: navegar con confianza

El mástil y la jarcia trabajan incansablemente bajo el efecto del viento y las tensiones mecánicas. Su desgaste puede ser discreto, pero debilita el yate en su conjunto. Observando las señales de advertencia y planificando revisiones periódicas, puedes prolongar la fiabilidad de la embarcación y hacer que cada salida sea más segura.

La jarcia es una parte esencial de su yate. Está sometida al viento, las vibraciones y los impactos. Con el tiempo, cada pieza se desgasta. Para evitar daños en la cadena, asegúrese de revisarla regularmente para garantizar su seguridad y el mejor rendimiento en el mar.

Conozca su equipo

El equipo incluye :

  • el mástil, con sus crucetas y sus piezas de aluminio o de material compuesto,
  • jarcia firme: obenques, estay de proa, backestay, cadenotes y terminaciones,
  • la jarcia de labor: drizas, escotas, motones y otros elementos móviles.

Cada uno de estos elementos puede dañarse por corrosión, fatiga del material, tensión mecánica o aflojamiento.

Signos de desgaste

Presta atención a cualquier cambio visible: abolladuras o grietas en el mástil, corrosión en los puntos de contacto, hilos rotos en una cuerda, tensores agarrotados, cuerdas dañadas o poleas desgastadas.
Un mástil que ya no está recto también puede indicar un problema de tensión. Por último, los ruidos o vibraciones inusuales durante la navegación deben ser siempre una señal de alarma.

¿Cuándo y cómo revisar su equipo?

El momento adecuado para una revisión es al final o al principio de la temporada, después del invernaje, pero también tras un uso intensivo o un vendaval.
Lo ideal es desmontar o liberar el mástil para acceder a todas las zonas. Empiece con una limpieza a fondo y, a continuación, inspeccione cuidadosamente los engarces, cadenotes y terminaciones. Compruebe la tensión de los obenques, el estay de proa y el backestay, y compárelos con los ajustes recomendados.

En caso de duda sobre una pieza, sustitúyala inmediatamente. Al volver a montarla, engrase las roscas y mantenga los tacos y topes. Termine con una prueba de mar: el aparejo debe permanecer estable y bien tensado.

¿Cuándo hay que llamar a un profesional?

Algunas operaciones requieren la ayuda de un aparejador. Es el caso de los mástiles compuestos, la sustitución de las terminaciones de los cables o las reparaciones tras un impacto. Un profesional tiene la experiencia y las herramientas necesarias para detectar los puntos débiles invisibles y garantizar una reparación duradera. Es una inversión que evita roturas mucho más costosas.

Las ventajas de una plataforma bien mantenida

Un aparejo en buen estado significa mayor seguridad y tranquilidad. Su embarcación es más estable, las velas se sujetan mejor al viento y se reducen las vibraciones. Si realiza un mantenimiento periódico de su mástil, evitará gastos inesperados y preservará el valor de su yate.

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