A bordo de nuestros yates, usamos motores fuera de borda para propulsar nuestras embarcaciones o los propios yates. Más allá de los 8 metros de longitud, generalmente preferimos instalar motores interiores más adaptados a nuestras necesidades.
Por lo tanto, a menudo son pequeños motores relativamente ligeros los que equipan nuestros travesaños (menos de 10 hp). También es nuestra costumbre, cuando navegamos, guardar los fuerabordas tiernos en los balcones de popa, donde son claramente visibles.
En primer lugar, debe entender que estos robos son esencialmente el trabajo de bandas organizadas que los venden en Europa del Este... Así que tiene pocas posibilidades de encontrar su motor fuera de borda robado en el Good Corner.
¿Cuáles son las técnicas utilizadas por los ladrones?
Avistar: durante el día en los pontones, los exploradores se acercarán sigilosamente a ti cuando empujes la puerta asegurada de tu pasarela. A veces su intención es bastante obvia: ver por ejemplo a esos pescadores domingueros que caminan por los pontones con una caña de pescar, pero sin un recipiente para los peces.
Por la noche y los fines de semana, los ladrones operan en las zonas de almacenamiento de invierno: obras de construcción, zonas de almacenamiento.
En los fondeaderos, se mueven en las barcas y cortan las amarras de los barcos. Cuando los barcos encallan, desmontan los motores. Si es necesario, no dudan en cortar los travesaños.
Tengan en cuenta que los vuelos tienen lugar día y noche, en el ancla o en el muelle.
¿Cómo protegerse de los robos?
La prevención es el mejor dispositivo antirrobo. Si desea limitar los riesgos, se recomienda encarecidamente:
- Guarda el motor tan a menudo como sea posible fuera de la vista.
- Algunas personas pintan el capó del motor o le pegan pegatinas para que parezca un viejo motor sin valor.
- Tomar fotos de los números de serie y del motor y reportarlo a la compañía de seguros.
Dispositivos antirrobo
Como hemos visto, los ladrones de motores fuera de borda a veces tienen tales medios a su disposición que no podemos detenerlos. Sin embargo, podemos tratar de disuadirlos haciendo más difícil que lo hagan. Cuanto más tiempo tarden en quitarte el motor, menos probable es que te lo roben.
Si no puede ocultar su motor fuera de borda, debe usar un dispositivo antirrobo. Lo ideal es acumularlas.
- Candados: para motores más pequeños, en un anexo o en un balcón, es una protección mínima pero indispensable. Generalmente se colocan de tal manera que se unen las orejetas de fijación del motor. También se puede optar por un cable trenzado de acero inoxidable engarzado y con candado.
- Las tuercas de seguridad se reservan para los motores fuera de borda de 25 hp y más, que raramente se encuentran en un velero. Reemplazan la tuerca que asegura estos motores al espejo de popa.
- Barra antirrobo: Una interesante alternativa a las tuercas de seguridad, esta barra metálica se coloca en los soportes de montaje del motor y los hace inaccesibles. Se cierra con una llave o un candado, según el modelo.
- Dispositivo antirrobo Smartlock: es una variante de la barra antirrobo. Este gran cubo de acero inoxidable de dos partes se fija al espejo de popa y se sujeta con abrazaderas alrededor de uno de los soportes de montaje del fueraborda. Se cierra con una llave.
- Balizas y rastreadores GPS a prueba de agua. Estos rastreadores eléctricos autónomos suelen estar montados bajo el capó. Puedes seguir sus movimientos en tiempo real en tu smartphone y establecer un perímetro de alerta. Si su motor cruza esta zona, se le notificará inmediatamente por SMS. Cada vez son más discretos, pero es probable que los ladrones los encuentren y los neutralicen con bastante facilidad, especialmente en los motores pequeños.
- Algunos motores eléctricos de las lanchas como el Torqeedo tienen una llave codificada sin la cual es imposible arrancarlos. Su barra de dirección también es muy fácil de desmontar, así que puedes llevarla contigo en tu bolsa cuando dejes el bote.
Si su motor sigue siendo robado, no toque nada y llame inmediatamente a la gendarmería o a la policía que puede tomar una muestra de ADN para tratar de identificar al ladrón.