Un animal simbólico
El delfín ha sido idolatrado por los humanos desde la antigüedad. También se cree que ha realizado muchas hazañas, como guiar barcos perdidos o rescatar náufragos. Símbolo del mar, es el animal favorito de Poseidón (dios del mar) y la encarnación del dios solar Apolo.
Popularizado por la telenovela americana Freak el Delfín a finales de los 60, y luego por la película El Gran Azul a finales de los 80, el delfín es el amigo que todo terrícola sueña tener. Excepto quizás los pescadores, para quienes es su mayor rival. El apogeo de los delfinarios también contribuye (desafortunadamente) a esta fascinación, el delfín aparece como un animal jovial, juguetón y extremadamente inteligente, ejecutando a la perfección las órdenes de su cuidador para el mayor placer del público.
La especie animal más inteligente después del hombre
Sin embargo, el delfín no recibe órdenes. Y esto es probablemente lo que fascina tanto a los marineros. Qué puede ser más gratificante y halagador que ver a este divino y misterioso animal acercándose a nuestros cascos, que viene a concedernos el favor de su presencia por unos momentos.
Navegando en la proa para permitirnos movernos sin esfuerzo, animando nuestros oídos con su suave vocalización o saltando a nuestro lado para el deleite de jóvenes y viejos por igual, el espectáculo nunca deja de fascinarnos. Así, durante nuestras navegaciones, buscamos al animal travieso con un fuerte poder de seducción que ha entrado para siempre en la imaginación colectiva.
Una aleta en el horizonte, un movimiento sigiloso en la superficie de las aguas tranquilas, docenas de pájaros pescadores buceando por su comida... Vu?! Cambiamos el curso y nos doblamos a través de las líneas para dar estos famosos golpes al casco, que esperamos atraigan al cetáceo.
Sobre todo, no lo forzamos... ¡Y esta es sin duda la magia y la maravilla de su venue?! Por una vez, es el animal el que decidirá venir a divertir al humano. Y es este último quien tratará de mantener su atención para disfrutar más y más de este increíble espectáculo.
Reglas que deben ser respetadas
Pero para que este vínculo indefectible entre marineros y delfines perdure, para que el delfín siga siendo amigo del hombre, respete su intimidad. No los persigas, no los rodees, si estás en una lancha, presta atención a tu hélice y al ruido ensordecedor que resuena bajo el agua.
Si no se prohíbe bucear con ellos, tenga en cuenta que son animales salvajes y que sus reacciones son impredecibles. Obsérvelos como quiera, pero no nade hacia ellos a toda costa.
¿Cómo te sientes cuando ves delfines mientras navegas? ¿La magia sigue funcionando, año tras año? ¡Dímelo en nous?!