Después de Bolonia Marvin, Daniela y la bebé Tara fueron a Barbate, y más precisamente al puerto de la ciudad debido a las malas condiciones climáticas. Esta parada en el pontón les permitió enjuagar todo su velero en agua dulce, pero especialmente su cadena. Esta última está muy oxidada y Marvin espera prolongar su uso.
Después de una noche en el refugio, el mar está mucho más tranquilo y la familia reanuda su viaje hacia Cádiz. Esta navegación costera cercana los llevará a Conil, en la provincia de Cádiz, donde anclarán durante dos noches en un fondeadero protegido frente a los resplandecientes acantilados rojos
Daniela aprovecha esta navegación para explicar el papel de cada driza y escuchar el piano, pero sobre todo su papel en el barco. Mientras Marvin está en las maniobras, Daniela se encarga de guardar la cabina, una vez que las velas han sido ajustadas y una vez anclado. A cada uno su propio job?!
Después de un momento de jugar y compartir con Tara y una buena noche de sueño, la pareja se despierta rodeada de agua turquesa. Si la idea de la partida es visitar la playa, Daniela y Marvin finalmente se rinden, por temor a dañar su bote con las muchas rocas que hay
Así que será la pesca submarina para Marvin que todavía no tendrá suerte y el entrenamiento en la plaza, el tiempo es fresco y ventoso para quedarse fuera