Ensayo / Navegación y Programa de la Solaris 44, muy buenas prestaciones

Con un viento que oscila entre 12 y 15 nudos reales, aprovechamos la capacidad de crucero de carrera del Solaris 44. Muy cómodo en todos los puntos de la vela, su velocidad y facilidad de manejo nos convenció, así como su ergonomía de cubierta

Maniobras que pasan por debajo del puente

El Solaris 44 tiene una bonita disposición de cubierta enrasada que facilita y hace más seguros los desplazamientos. Todas las drizas y maniobras se dirigen a los cuatro winches de popa, bajo cubierta. Este posicionamiento, que ha demostrado su eficacia en embarcaciones más grandes, es ideal para tripulaciones más pequeñas y establece un nuevo punto de referencia, ya que también es adecuado para regatas. El riel del foque autovirante está empotrado en una reserva de cubierta para evitar que sobresalga, al igual que el riel opcional de la vela mayor. Nuestro barco estaba equipado con un mástil de aluminio escalonado Sparcraft con dos crucetas y un bonito juego de velas Quantum, incluido un spinnaker asimétrico con enrollador Facnor muy fácil de enrollar.

Alarga la zancada

Mayor izada sin esfuerzo con un cabrestante eléctrico, génova 105% desplegada del mismo modo, el Solaris es una formalidad para ponerse en marcha. Con esta buena brisa en tierra y el mar llano, zarpamos en condiciones asimétricas a más de 10 nudos en la manga. Los bisafranos permiten un control preciso de la trayectoria y en ningún momento nos sentimos agobiados, ya que el equilibrio está muy bien ajustado. Al volver al viento, su velocidad oscila entre 7,5 y 8,5 nudos dependiendo de si se está muy cerca del viento o en el lado derecho. También en este caso, el equilibrio es perfecto y el viento se recibe con escora sin endurecer el timón. El casco lo aprovecha incluso para subir en ceñida, encontrar su estabilidad y acelerar. Sensaciones garantizadas.

Posición ergonómica del timón

Tras unas cuantas viradas emocionantes, nos dimos cuenta de que la posición del timonel era excelente en todos los puntos de la vela. A barlovento, con el reposapiés, a sotavento, en la brazola bien dimensionada, la posición es siempre ideal y permite un control más sereno del timón. Como el propietario de la embarcación es alto, el bimini está colocado lo suficientemente alto como para ofrecer una visión muy segura del agua. Una navegación impecable.

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