Utilice las unidades correctas para comparar
Como suele ocurrir con las nuevas tecnologías, la información puede resultar oscura para los no iniciados. En nuestro caso, el navegante acostumbrado a los motores fueraborda o intraborda suele confundirse con las fichas técnicas de las embarcaciones eléctricas. Para ayudarle a entenderlos mejor, le ofrecemos algunas analogías para evitar comparar los puerros con las patatas. Para ello, es esencial elegir las unidades adecuadas.
Potencia del motor marino
En el sector térmico, la práctica habitual en la navegación es dar la potencia en caballos de fuerza (HP). Una lancha reciente muestra rápidamente varios cientos de caballos de potencia en su espejo de popa o en su sala de máquinas.
En electricidad, la unidad habitual es el kilovatio (kW). Un kilovatio equivale a 1,34 caballos de potencia. Los poderes parecen ser menores, ¡pero no siempre lo son!

Diferenciar entre par motor y potencia del motor
Es importante recordar la conversión. En efecto, algunos motoristas eléctricos alimentan una confusión en torno a una equivalencia entre el kilovatio eléctrico y un caballo de vapor térmico, mucho más favorable en términos de relación. En realidad, se basan en el par motor suministrado por el motor eléctrico. Como esto es más alto para la misma potencia, lo comparan con un motor de combustión que es más potente pero entrega el mismo par.
Aunque el par motor es útil para maniobrar, especialmente a bajas velocidades y para embarcaciones pesadas, no permite alcanzar una mayor velocidad máxima. Para un barco equivalente del mismo desplazamiento (peso), sólo la potencia en la hélice determinará la velocidad final. Hablar de equivalente térmico es, por tanto, muy engañoso.
Autonomía de la embarcación
Una vez conocida la potencia del motor, hay que alimentarlo. En una embarcación con motor de combustión interna, la capacidad del depósito determina la autonomía de la embarcación. Expresado generalmente en litros (L), permite calcular el tiempo de navegación posible conociendo el consumo del motor en l/h.
En comparación con el barco eléctrico, el mismo almacenamiento de energía, en forma eléctrica y no de combustible líquido, se realiza en las baterías. A menudo es en la expresión de su capacidad donde se produce el error. Se puede expresar en dos unidades: en kilovatios hora (kWh) o en amperios hora (Ah). Es la multiplicación de una potencia por un tiempo y no una división.

A modo de ejemplo, un barco con un motor de 10 kW utilizado a máxima potencia y equipado con una batería de 10 kWh podrá funcionar durante una hora antes de quedarse sin combustible. En el caso de una capacidad en Ah, también debe conocerse la tensión de la batería para determinar la energía disponible. Una batería de 150 Ah a 12V DC corresponderá a 150x12 = 1800 Wh o 1,8 kWh.
Para resumir nuestras analogías en principio, aunque sean científicamente aproximadas: el caballo de vapor es el kW y el L es el kWh. Cuando un fabricante le presenta la capacidad de la batería en A, o en kW, ahora puede corregirla...