Los primeros hombres en circunnavegar las islas canadienses desde el norte
Desde hace 20 años, Sébastien Roubinet es un apasionado del Ártico, que le encanta explorar. Tras el éxito de la travesía del Noroeste a vela en 2007, Sébastien y sus dos tripulantes, Jimmy Hery y Eric André, se han propuesto un nuevo reto: ser los primeros hombres en abrir una nueva ruta ártica sin motor.
Ãeuros a bordo de Babouch'ty, un catamarán de hielo de 7 m de longitud y 2,40 m de ancho diseñado y construido por Sébastien Roubinet, su ambición era llegar a Groenlandia desde la isla de Banks, en el norte de Canadá, sin ayuda y de forma autónoma .
Tras 90 días de expedición y más de 2.500 km recorridos, es un reto exitoso para la tripulación. Son los primeros aventureros que han circunnavegado las ocho islas canadienses por el Norte. Esta es la primera vez que siete de ellos. Aunque les hubiera gustado navegar más, sólo se navegó el 20% de la ruta. El 80% restante lo hicieron a pie, remolcando su barco, un reto intenso para las organizaciones.



Un reto exitoso y encuentros increíbles
Alcanzando el Estrecho de Nares, entre la Isla de Ellesmere y Groenlandia, el 11 de septiembre de 2022, los tres miembros de la tripulación pronto fueron detenidos por las condiciones extremas. Varados durante varios días en el fondo de un fiordo al oeste de Groenlandia, y habiendo logrado su objetivo, dieron por terminada la expedición el 25 de septiembre a 80° Norte. Ya obligados a racionar sus provisiones de alimentos, y con la previsión de que el tiempo fuera peligroso para llegar al sur, esta fue la decisión más sabia, como explica Sébastien Roubinet:
"Querer ir más allá habría ido en contra del sentido marino. Conseguimos pasar al norte de todas las islas con nuestro prototipo de catamarán. Nadie había estado allí antes que nosotros"
Recordarán esta expedición por los increÃbles paisajes salvajes inexplorados, pero también por la numerosa y "peligrosa" fauna: belugas, ballenas, osos polares, lobos, zorros o morsasâ?¦



8 muestras de ADN ambiental
Además de la hazaña humana, la expedición de Nagalaqa aportó datos científicos en forma de estudios de ADN ambiental. Estos estudios proporcionarán una variedad de información precisa sobre la vida en estas aguas poco exploradas. Estas diferentes mediciones se realizaron a lo largo del camino, en diferentes lugares, desde los ríos hasta los deshielos de los glaciares, junto con las mediciones del hielo.

