MV Boat, un astillero insólito que ofrece una canoa de 3,70 m

Atención, pieza de coleccionista. La última incorporación a la gama MV-Boat es una canoa de 3,70 m. Es una especie de escaparate de lo que este atípico astillero es capaz de lograr. Un modelo que demuestra la artesanía de su constructor.

Marc Vuilliomenet construye barcos de madera. Ya sea a vela o a motor, diseña y construye sus barcos como obras maestras. Con gran cuidado por la calidad de la mano de obra y los acabados, cada barco es una maravilla para la vista. Le visitamos en su estudio con motivo de la presentación de La Clémente. Instalado en Gers, a los pies de los Pirineos, este constructor atípico acaba de lanzar un nuevo modelo, una canoa. Aquí nos hace un recorrido por las distintas etapas de este nuevo proyecto.

Marc ha cavado un estanque al pie de su taller. ¿Qué mejor manera de visitarlo que en canoa? Así que diseñó esta canoa de 3,70 m por 74 cm de ancho. Con menos de 4 m de largo, sigue siendo una embarcación de playa.

Un barco construido a mano

El objetivo de este astillero es mostrar las múltiples facetas de la construcción naval manual. Desde la idea hasta la terminación, el 90% del trabajo se hace a mano. Desde la toma de dimensiones hasta la fabricación de plantillas y el moldeado final, el ojo y la mano siguen al mando, pieza tras pieza. Además, para construir localmente, optó por utilizar abeto Douglas, muy utilizado en la región para la carpintería. Pero para un acabado más elegante, cubre el barco con contrachapado de caoba.

Una mezcla de técnicas de construcción naval

La canoa está construida sobre un esqueleto de madera contrachapada. La quilla está laminada y encolada en toda su superficie. El casco es simétrico: la proa y la popa son idénticas. Para dar forma a la embarcación, se colocan listones de 4 m de largo y 4,5 mm de grosor en el molde, siguiendo el método de entablado de listones.

Para darle ese aspecto, Marc pega 3 capas de caoba, antes de cubrir el barco con un paño de cristal muy fino de 48 g para protegerlo, que será invisible una vez seco. Luego vienen las últimas capas de barniz para rematar el barco.

Una canoa insumergible

Para que su canoa fuera insumergible, el constructor decidió colocar un suelo en el fondo de la embarcación. Colocó unas costillas en el fondo cada 30 centímetros y pegó madera contrachapada encima. Con tambuchos en proa y popa, la canoa no puede hundirse aunque se llene de agua. Esta elección del suelo añade un poco al peso final de la canoa, que pesa 35 kg con su banco, pero aumenta la seguridad.

La embarcación fue probada en el estanque por un instructor de piragüismo, que descubrió una embarcación elegante, pero sobre todo muy maniobrable. Aunque la embarcación está diseñada para que la navegue una persona, se probó con dos adultos de 90 kg a bordo sin que volcara.

Esta canoa ya está a la venta. Está disponible con el casco pintado o con un acabado de caoba barnizada. El precio de salida es de 5.000 euros.

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