¿Cómo se transmitían las técnicas de navegación a los jóvenes polinesios?

En la cultura tradicional polinesia, los deportes y juegos acuáticos se utilizaban como herramienta de aprendizaje para iniciar a los jóvenes en las técnicas de navegación: una habilidad crucial para la supervivencia de la comunidad isleña.

Las vastas extensiones oceánicas del Pacífico siempre han desempeñado un papel central en la vida de los polinesios. Para esta civilización de navegantes, el océano no era sólo un recurso, sino un espacio sagrado y un lugar de aprendizaje. Desde la adolescencia, los jóvenes polinesios se iniciaban en las técnicas de navegación a través de juegos y deportes acuáticos específicos, practicados tanto en la playa como en el agua. Estas actividades eran esenciales para prepararlos para convertirse en futuros marineros, ya que les permitían adquirir tanto el dominio de los elementos naturales como las habilidades marítimas necesarias.

Aprender a controlar el viento

En la cultura polinesia tradicional, los jóvenes se iniciaban en el agua a través de juegos diseñados para perfeccionar su comprensión de las fuerzas de la naturaleza. Juegos como el 'uo (cometa) y el titira'ina (hidroala) se utilizaban para enseñarles los vientos. El 'uo, fabricado con la corteza de los plátanos, permitía a los jóvenes comprender la dirección, la fuerza y los peligros de los vientos observándolos directamente. La titira'ina, una embarcación pequeña y ligera equipada con una vela, estaba diseñada para deslizarse tanto sobre la arena como sobre el mar. Esta embarcación constaba de tres flotadores, tallados en madera muy ligera y unidos entre sí por costillas de hojas secas de coco. El flotador central, más grande y con la forma del casco de una piragua, sostenía una vela hecha de hojas.

Comprender las corrientes y las olas

La tôtôie, hoy casi olvidada, era un juguete esencial para iniciar a los jóvenes polinesios en los elementos del mar. Parecido a la titira'ina en sus características técnicas y funcionales, este juguete estaba diseñado para deslizarse rápidamente por el agua, proporcionando a los jóvenes una introducción práctica a la dinámica del mar. Jugando con el earlyôie, los adolescentes podían experimentar de primera mano la fuerza y la diversidad de las olas, el oleaje y las corrientes marinas. El juego era una forma divertida pero rigurosa de entender las diferentes formas en que se comporta el mar, dando a los futuros marineros su primer contacto con el complejo mundo de las fuerzas oceánicas. A través de earlyôie, adquirieron una comprensión intuitiva de los movimientos del agua, un conocimiento valioso para su futuro como navegantes en las vastas extensiones del Pacífico.

Cuando eran adolescentes, los jóvenes polinesios competían contra sus mayores en pruebas de surf. Se trataba de una disciplina esencial en su proceso de iniciación. El objetivo final era ganar estas competiciones y obtener el título de 'aito, sinónimo de valentía y dominio de los elementos.

La regata 'aumoa

El juego del 'aumoa, literalmente "persecución aerodinámica", consistía en utilizar pequeñas piraguas de vela, réplicas en miniatura de las grandes piraguas de vela tradicionales. Durante estas regatas, los jóvenes tenían que perseguir sus embarcaciones nadando o corriendo detrás de ellas. Luego tenían que reajustar las distintas partes de la 'aumoa en función de los vientos, las mareas y las corrientes, una práctica que requería un profundo conocimiento del medio marino.

El pahi y la formación en vela de altura

El juego del pahi, literalmente "piragua doble o gaviota de agua", representaba el entrenamiento en la navegación oceánica. A bordo de grandes piraguas dobles, los jóvenes experimentaban con la navegación a grandes distancias: una habilidad esencial para la supervivencia y la expansión de las comunidades polinesias por el Pacífico. Con el tiempo, la práctica de este deporte tradicional ha evolucionado, relegándolo a una actividad de ocio más que a una forma de iniciación.

© Tahiti Infos
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Los juegos y deportes marítimos polinesios, antaño fundamentales en la formación de los jóvenes marineros, han ido perdiendo su función educativa tradicional en favor de un enfoque más lúdico. Sin embargo, siguen siendo un testimonio fascinante de la forma en que una cultura supo integrar la naturaleza y sus elementos en la educación de sus jóvenes generaciones, transmitiendo conocimientos vitales para la supervivencia de toda una civilización en alta mar. Preservar y promover estas prácticas sigue siendo un reto importante si queremos perpetuar esta rica tradición náutica.

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