La asociación Glaz Project, ganadora del presupuesto participativo departamental, ha puesto en marcha un proyecto aglutinador: la reconstrucción de una gabarra, embarcación tradicional emblemática del valle del Rance. Desaparecido en 1920, este barco de trabajo bien podría reaparecer en las aguas del estuario, aportando un toque patrimonial y una serie de iniciativas culturales, medioambientales y sociales. Se trata de un proyecto de gran envergadura, profundamente arraigado en la identidad local, apoyado por un grupo de entusiastas con trayectorias tan variadas como complementarias.
Un proyecto regional apoyado por un grupo diverso de personas
El proyecto de las gabarras de la Rance es obra de Glaz Project, una asociación fundada en 2021 por Dimitri Müller y su amigo Jean-Paul Royer. Impulsados por una pasión compartida por el patrimonio náutico y el deseo de transmitir sus conocimientos, ambos se han fijado un objetivo: revivir la historia de los gabares, las embarcaciones de fondo plano que surcaron el valle del Rance entre los siglos XVI y principios del XX.
Hoy, el proyecto es algo más que restaurar un barco: se trata también de darle un papel activo en el futuro transformándolo en un vehículo de solidaridad y participación comunitaria. '' La ría representa 17 municipios, 3 aglomeraciones urbanas y 107.000 habitantes es una gran zona que se beneficia del ímpetu de un grupo de personas con una amplia gama de antecedentes. Es una gran zona que se beneficia del impulso de un grupo de personas con una amplia gama de antecedentes: artesanos y carpinteros, biólogos marinos, horticultores, oficiales navales, artistas y educadores. '' El gabare es un barco rústico y sencillo, no es un barco de lujo ni de velocidad, es el barco del hombre y la mujer corrientes. Sólo quieres subir a bordo afirma Jean-Paul Royer, carpintero artesano. Esta diversidad de orígenes es sin duda el punto fuerte del proyecto.

Reavivar una memoria local
Hasta principios del siglo XX, la gabarra, embarcación de trabajo por excelencia, se utilizaba para transportar mercancías, principalmente madera y productos agrícolas, entre los pueblos ribereños del Rance y la ciudad de Saint-Malo. Estas embarcaciones eran pilotadas por los "Gabariers de la Rance", un oficio especial hoy desaparecido pero que permanece grabado en la memoria de los habitantes del valle. En 1920 se desmanteló el último gabare y la tradición se perdió para la historia. El proyecto Glaz pretende resucitar este patrimonio náutico. " Los descendientes de los gabarreros están muy entusiasmados con nuestro proyecto, y hemos observado un gran interés por él en los festivales marítimos s", afirma Magalie Collin, tesorera de la asociación.



Una dinámica ciudadana
Apoyado por cerca de 334 votos, Glaz Project ha recibido 50.000 euros de financiación del departamento para empezar a construir la barcaza. Con un presupuesto global estimado de 200.000 euros, el proyecto está abierto a todos. La asociación también ha conseguido movilizar a la gente en torno a su iniciativa: socios como la Escuela de Arquitectura de Rennes, la Escuela de Negocios Audencia de Nantes y la Escuela de Diseño ESDAC han colaborado en el estudio de los aspectos técnicos y económicos del proyecto. El apoyo financiero y humano aportado por la comunidad es un factor clave del éxito de esta aventura colectiva, como señala Magalie Collin: " La verdadera fuerza de la iniciativa reside en su base ciudadana, que reúne a un amplio abanico de personas. "




Un lugar de trabajo participativo y ecorresponsable
También se pretende que la construcción del gabare sea ejemplar desde el punto de vista medioambiental. Será un astillero participativo, en el que intervendrán voluntarios y artesanos locales para construir esta embarcación tradicional.

El proyecto tardará entre 12 y 18 meses en completarse, y se prestará especial atención a la procedencia de los materiales. '' Ya hemos recuperado 20 m3 de madera de un bosque ecogestionado de Trans-la-Forêt explica Jean-Paul, señalando el roble que se utilizará para fabricar la quilla.

La obra adoptará un enfoque ecorresponsable, utilizando especies locales y sustituyendo los productos químicos convencionales, como la resina epoxi, por alquitrán de madera, más sano y respetuoso con el medio ambiente. '' l", explica Dimitri. La ubicación de la obra aún está por determinar; el colectivo busca un terreno de 1.000 m2 junto al estuario del Rance para albergar un edificio provisional de 150 m2. El inicio de las obras está previsto para marzo de 2025.
Un barco al servicio de la comunidad
Una vez terminada, la gabarra hará algo más que navegar por las aguas del Rance: se convertirá en un animado centro de entretenimiento, que acogerá espectáculos, actividades educativas y actos culturales. " Queremos que este barco sea un lugar de encuentro, donde se entrecrucen la cultura, el medio ambiente y la economía local ", explica Dimitri. Además, '' será posible hacerse propietario de un pequeño trozo de la gabarra a partir de 10 euros, será un barco colectivo que pertenecerá a todos los habitantes añade Magalie. A bordo se instalará un mostrador marítimo y un espacio social. También se pondrán en marcha iniciativas de sensibilización sobre la preservación del litoral y circuitos cortos de distribución de productos locales.
Y la aventura no se detendrá con una sola gabarra. Si todo va bien, la asociación tiene previsto construir una segunda unidad y pondrá los planos a disposición de otras asociaciones interesadas en el proyecto. Un verdadero motor de desarrollo sostenible y cohesión social en el valle del Rance.
