Hace veinte años, las embarcaciones semirrígidas de 10 metros eran una excepción, pero ahora son imprescindibles en la gama de cualquier constructor. Por ello, la competencia en este segmento es muy fuerte, y no sólo por parte de los constructores italianos. Para hacerse un hueco, hay que presentar un producto maduro, pero también apoyarse en la reputación de una marca conocida.

Ranieri International se ha forjado una sólida reputación de embarcaciones bien pensadas, bien construidas y en constante evolución, desde que lanzó su negocio de embarcaciones semirrígidas. Por lo tanto, el Cayman 33.0 Executive puede confiar en la imagen de la marca. Donde ahora marca la diferencia es en el confort disponible y en el equipamiento de serie, dos elementos que han permitido al astillero unirse al club de marcas premium como Joker, Lomac, Nuova Jolly y tantas otras.

Por último, con este modelo equipado con un casco de doble escalón, el fabricante italiano también demuestra que sabe cómo construir cascos deportivos y eficientes en aguas agitadas.
Competencia bien establecida
Frente a él estarán barcos como el Joker Clubman 32, el Lomac Granturismo 10.5, el Nuova Jolly Prince 30 Sport Cabin, el BWA Premium 30 y el Capelli 1000 WA, y la lista continúa.

Además de las ventajas mencionadas, el Ranieri también puede contar con un precio relativamente atractivo, una gama de equipamientos bastante completa a partir de la versión estándar y numerosas opciones para personalizar el barco. La versión a casco desnudo cuesta unos 155.000 euros, y la bimotor, unos 280.000 euros, lo que sigue siendo un precio bastante bueno en comparación con la competencia.