Veleros que revolucionaron las regatas oceánicas

Cada Pen Duick ha marcado su época por sus innovaciones técnicas y su rendimiento en el mar. El Pen Duick II, ganador de la Transat en 1964, fue uno de los primeros veleros de regata en incorporar el concepto de desplazamiento ligero. Pen Duick III, botado en 1967, fue el primer tall ship construido en aluminio, mientras que Pen Duick VI, un auténtico monstruo de los mares, ganó varias ediciones de la Whitbread y la Transat de 1976. Hoy en día, estos barcos siguen siendo modelos de diseño y rendimiento.
Un patrimonio náutico vivo

A diferencia de muchos barcos clasificados que acaban en una exposición estática, los Pen Duicks siguen navegando. Gestionados en parte por la Asociación Éric Tabarly, participan regularmente en grandes eventos náuticos como la Semaine du Golfe du Morbihan y las Fêtes maritimes de Brest. El Pen Duick VI, que sigue timoneado por Marie Tabarly, sigue incluso una carrera de regatas y acaba de ganar una plaza en la Ocean Globe Race 2024.
Protección esencial para la conservación

La clasificación como Monumento Histórico garantiza la conservación de estos barcos legendarios en Francia. Además de su valor simbólico, este estatus también da acceso a financiación pública para su mantenimiento y restauración. El Pen Duick V, ya protegido como pieza de museo en el Musée National de la Marine, también se beneficia de este tipo de atención especial.
Un futuro impregnado de tradición
Este reconocimiento garantizará que los veleros Pen Duick sigan formando parte del patrimonio marítimo francés, dando a las generaciones futuras la oportunidad de admirar y comprender la obra de Éric Tabarly. Esta clasificación forma parte de una iniciativa más amplia para salvaguardar los veleros clásicos, subrayando la importancia de la memoria marítima y la transmisión de los conocimientos náuticos.