Bajo la dirección de Bernard Ficatier, antiguo profesor de carpintería naval, Scanmar forma a especialistas en el uso de tecnologías como la fotogrametría y la lasergrametría. El objetivo de su trabajo es escanear y luego archivar formas de embarcaciones de interés patrimonial condenadas a desaparecer. Al colaborar con estos agentes, Scanmar refuerza su papel en la conservación de nuestro patrimonio náutico.
¿Puede hablarnos de la asociación Scanmar y de su principal objetivo?
La principal misión de la asociación Scanmar es digitalizar nuestro patrimonio marítimo y fluvial. La idea fundamental es iniciar un proceso de digitalización de barcos en 3D. Ha salido a la luz un hecho alarmante: muchos barcos están desapareciendo sin dejar rastro, construidos inicialmente sin planos precisos, a menudo utilizando medios cascos, maquetas o basándose en el modelo de un vecino. Esta falta de documentación hace imperativo salvaguardar las formas de estas embarcaciones, a menudo únicas en su género. Es crucial actuar antes de que se deformen por el paso del tiempo, sean dañadas por hongos y otros insectos comedores de madera, y preservar un registro tangible de su existencia.

Otro aspecto esencial del trabajo de Scanmar es la formación de las personas en el uso de estas herramientas de digitalización.
¿Cuáles son los criterios utilizados para seleccionar los barcos patrimoniales que la asociación escaneará y archivará?
La rareza del barco y su relevancia en la historia de la tipología marítima son factores determinantes. Scanmar suele decantarse por los barcos que carecen de planos de arquitecto, sobre todo los anteriores a los años treinta, cuando construir sin planos era una práctica habitual. A partir de los años 50, con la entrada en funcionamiento de los arsenales y la introducción de normativas, se generalizó la práctica de construir barcos según planos. En 1900, por ejemplo, Asuntos Marítimos registró 178 barcos construidos en Douarnenez. Desgraciadamente, muchas de estas embarcaciones prácticamente han desaparecido, a menudo destruidas para utilizarlas como combustible doméstico o para otros fines prácticos. Quedan algunos vestigios que atestiguan los estragos del tiempo, pero son escasos. Para garantizar un proceso de selección riguroso, hemos formado un pequeño comité científico compuesto por miembros de la asociación Scanmar.




¿Qué técnicas utiliza Scanmar para escanear los cascos de los barcos patrimoniales?
Utilizamos técnicas de vanguardia como la fotogrametría y la lasergrametría. El uso de modernos escáneres acoplados a ordenadores nos permite alcanzar velocidades hasta 50 veces superiores y precisiones hasta 1.000 veces mayores. Los datos obtenidos se almacenan en forma de nubes de puntos o mallas.




La preparación necesaria en un barco de 10 metros para realizar la exploración sólo lleva algo más de una hora, para poder girar alrededor del barco. El tiempo total depende de varios factores, como la congestión y las condiciones de luz, pero donde antes se tardaba un día, ahora solo se tarda de 3 a 4 minutos.
A veces basta con escanear sólo la mitad de un barco para hacer un plano... cuando el barco está varado por un lado... en la orilla, por ejemplo. De hecho, como casi todos los cascos de las embarcaciones son simétricos, el proceso puede aplicarse. En el caso de las góndolas y los Hobie Cats, por ejemplo, la cosa cambia, ya que presentan sutiles asimetrías.
¿Con qué límites se ha encontrado?
En primer lugar, a pesar de haber escaneado más de 75 barcos en el último año, nos preguntamos por la calidad de nuestras copias de seguridad. El volumen de datos generado es considerable, lo que representa terabytes de memoria. Nos enfrentamos a la cuestión crucial del almacenamiento: ¿debemos optar por discos duros o cintas magnéticas, y cómo podemos garantizar la accesibilidad a largo plazo de estos datos? Además, aún no hemos establecido una relación entre el peso digital de nuestro trabajo y la rareza de cada barco escaneado. ¿Cómo podemos sacar el máximo partido de estos datos en el contexto de la investigación y la conservación del patrimonio marítimo? Las posibilidades de utilización de los levantamientos digitales son múltiples: distribución en servidores, integración en exposiciones museísticas, publicación en sitios web o incluso deducción de planos detallados de las embarcaciones. Sin embargo, somos conscientes de que cada adición de datos contribuye a la contaminación digital, por lo que nos esforzamos por encontrar el equilibrio adecuado.
También pretendemos poner a disposición del público imágenes en bruto (fotos, vídeos, nubes de puntos) en las que no hayamos trabajado, para que cualquiera pueda utilizarlas libremente. También podemos producir reconstrucciones 3D pero de momento, nos centraremos en el almacenamiento de imágenes.


Por último, nos preocupa la conservación a largo plazo de nuestros datos y cómo podrán utilizarse en el futuro, cumpliendo las normas establecidas por los Museos de Francia para que puedan seguir leyéndose dentro de 10 años. Reconocen el valor de nuestro trabajo y nos animan a utilizar nuestras encuestas para crear planos duraderos, superando en precisión a los elaborados manualmente.
¿Trabaja Scanmar en colaboración con otros agentes del ámbito de la conservación del patrimonio marítimo?
Entre nuestros socios privilegiados figuran el Port-musée de Douarnenez, así como centros de formación: los Ateliers de l'Enfer de Douarnenez, la escuela Skol ar Mor, cerca de Saint-Nazaire, y la École d'Architecture Navale de Nantes. A escala internacional, Scanmar también colabora con el Museo Marítimo Nacional de Cornualles, en Falmouth (Inglaterra). Además, la asociación ha iniciado una prometedora colaboración con los Monuments Historiques de la región de Bretaña. Estas asociaciones adoptan diversas formas, desde simples iniciativas de sensibilización hasta cursos de formación. Por ejemplo, Scanmar organiza sesiones para dar a conocer la existencia de sus herramientas de digitalización y formar a los interesados. También acogemos a becarios que vienen a Douarnenez para aprender fotogrametría, lo que contribuye a transmitir las competencias necesarias para preservar nuestro patrimonio marítimo.
