André Mauric, un arquitecto inspirado en la vela y el rendimiento

El nombre de André Mauric está indisolublemente ligado a la historia de las regatas oceánicas en Francia. Fue en 1972 cuando llamó por primera vez la atención internacional con el half-tonner Impensable ganador de la Copa Media Tonelada bajo la regla IOR. Este audaz plan dio origen a la Primeros 30 fue fabricado en serie por Bénéteau y elegido como diseño único para el Tour de France à la Voile a principios de los años ochenta. Fue el primer velero de este tamaño construido a gran escala.

Al año siguiente, en 1973, Mauric diseñó dos barcos emblemáticos: Melody (10,25 m), que se ha convertido en un superventas de Jeanneau con varios centenares de unidades vendidas, y Pluma Duick VI para Éric Tabarly, que compite en la Whitbread. Este gran ketch de aluminio de 22,25 metros, con su lastre de uranio empobrecido, se hizo notar gracias a sus prestaciones, que desgraciadamente se vieron obstaculizadas por un largo periodo de desarrollo.

En 1975, fue Jabadao otro medio tonel diseñado por Mauric, que ganó la Course de l'Aurore con Guy Cornou al timón. A éste le siguieron veleros oceánicos construidos para el Atlántico Norte, como el Kriter V (1978) y Kriter VIII (1982), dirigida por Michel Malinovsky. André Mauric también se hizo un nombre en el mundo de la America's Cup, trabajando en los siguientes proyectos Francia y Francia 2 para el Barón Bich en los años setenta.
Un enfoque científico desde los años 80
A principios de la década de 1980, Mauric fue una de las primeras empresas en introducir herramientas de simulación digital en el diseño de veleros. En una época en la que la mayoría de los cálculos aún se hacían a mano, André Mauric introdujo un enfoque racionalizado basado en la optimización hidrodinámica de las formas del casco. Este rigor científico explica la longevidad y robustez de los barcos diseñados en aquella época.
De velero a buque multiexperiencia
Aunque la navegación sigue estando en el corazón de la identidad de Mauric, a lo largo de las décadas la empresa ha ampliado su campo de acción. Hoy en dÃa, la empresa ha diseñado más de 500 buques, entre ellos muchos veleros, y aplica sus competencias a diversos segmentos: defensa, investigación, offshore, transporte de pasajeros, pesca y, por supuesto, náutica de recreo.
Mauric, protagonista de la transición energética marítima

Mauric no ha olvidado sus raíces náuticas. Al contrario, se basa en esta tradición para ofrecer embarcaciones innovadoras como el Origen Neoliner un carguero de 136 metros propulsado a vela, o patrulleras marítimas asistidas por vela. La vela vuelve a convertirse en un medio de propulsión estratégico y Mauric, fiel a su visión inicial, la integra en proyectos marítimos complejos con bajas emisiones de carbono.