En el salón náutico Grand Pavois de La Rochelle, en septiembre de 2025, un yate llamó la atención: el Sea Scow 33. Presentado sin quilla, herrajes ni acondicionamiento interior, este yate de 10 metros puede verse como una base en bruto. Una configuración inusual para un salón náutico, que plantea una serie de cuestiones técnicas, así como oportunidades de interpretación y equipamiento.
Un velero sin quilla ni interior: ¿prototipo o plataforma de desarrollo?
Mostrado en su versión más despojada, el Sea Scow 33 presentaba un casco de cubierta de aluminio sin lastre ni apéndices. Esta ausencia deliberada (dado el momento) permite considerarlo una plataforma modular para los astilleros o armadores que deseen adaptar el diseño a su programa.
La configuración actual se dirige, por tanto, tanto a profesionales como a particulares muy exigentes, interesados en un yate que pueda personalizarse en profundidad. La ausencia de quilla también permite transportarlo por carretera y terminarlo más tarde. Por el momento, es sobre todo el casco número 1 el que ha hecho diseñar y construir un propietario que quiere partir hacia las altas latitudes.
Construcción de aluminio para un programa oceánico
El casco fue construido por Bord à Bord, un astillero con sede en Bretaña especializado en chapistería naval. La elección del aluminio, aunque clásica en los programas de navegación oceánica, requiere unos conocimientos de fabricación y soldadura que pocos astilleros poseen.
La ventaja sigue siendo su robustez, la facilidad con que puede repararse en puerto y la durabilidad del material, incluso en entornos extremos. El casco del Sea Scow 33, de 2,5 toneladas de aluminio desnudo, está sobredimensionado para soportar las cargas y tensiones de la navegación en alta mar. Queda por ver si este peso adicional (en comparación con los cascos sándwich) penalizará el rendimiento de este casco de Scow, del que se sabe que es suficientemente ligero para funcionar correctamente.

Estimación del peso de un programa de categoría A
El astillero habla de un peso total de 7,1 toneladas, incluidas las 1,3 toneladas previstas para la quilla. Esta proporción sugiere una relación peso/volumen favorable para un casco ancho inspirado en las modernas scows. Esta configuración, unida a una construcción totalmente de aluminio, está destinada a un programa de navegación en alta mar, con certificación de categoría A para 6 personas.
Las dimensiones y la estructura sugieren un yate estable, cómodo en mares agitados y capaz de transportar cargas autónomas, aunque su eficacia en determinados puntos de navegación quede por evaluar una vez botada la versión definitiva.
Propulsión: un motor de combustión bien dimensionado
En cuanto a la propulsión, el modelo previsto está equipado con un motor Yanmar, un motor diésel de 40 CV que es suficiente para maniobrar un yate de este desplazamiento. Este motor convencional garantiza un mantenimiento sencillo y la disponibilidad de piezas en las principales rutas de navegación. En cuanto al precio, el casco desnudo con cubierta tiene un precio de 138.000 euros sin IVA, más el motor (15.200 euros sin IVA).
Una unidad en construcción, entre arquitectura y personalización
Diseñado por el arquitecto naval Gildas Plessis en colaboración con Patrick Fontaine, el Sea Scow 33 encarna un apasionante enfoque modular. La unidad está actualmente en construcción, lo que ofrece a los propietarios una gran libertad en lo que respecta a la distribución, el equipamiento y el programa final. La versión totalmente equipada del modelo número 1 debería permitir apreciar mejor las prestaciones y la filosofía de navegación de este yate atípico, que se suma a la creciente oferta de vacas de crucero en esta época del año.