En el imaginario colectivo, un yate de exploración evoca una embarcación maciza y robusta, diseñada para cruzar los océanos con comodidad y autonomía. Con el Divinité 7 m, Éric Henseval ha dado la vuelta a esta perspectiva: con poco más de 7 metros de eslora, 2,55 metros de manga y un peso pluma de 1,5 toneladas, este yate compacto pretende ser, sin embargo, un auténtico explorador. Su diseño combina robustez, facilidad de mantenimiento y polivalencia, sin dejar de ser accesible para los constructores aficionados.
Un concepto de exploración en formato reducido

El casco del Divinité 7 m se inspira en los modernos scows popularizados por las regatas Mini-Transat. Su voluminosa proa aumenta la sustentación y libera un espacio interior sorprendente para el tamaño del barco. El objetivo es claro: ofrecer un yate capaz de realizar largas travesías con un mínimo de comodidad, sin dejar de ser transportable en remolque y maniobrable en aguas costeras o poco profundas.

La embarcación cuenta con una quilla doble elevable con bulbos y dos timones escamoteables. Esta configuración permite desembarcar en seco en zonas de mareas, fondear en calas poco profundas o facilitar el transporte y la botadura. En alta mar, las quillas laterales aportan rigidez y estabilidad, garantizando un comportamiento seguro en el mar, incluso en condiciones sostenidas.
Una construcción diseñada para los entusiastas

Construido en madera contrachapada epoxi, el Divinité 7 m está construido con una técnica accesible a los constructores aficionados. Éric Henseval ofrece los planos bajo licencia, tanto para astilleros como para particulares que deseen construir su propio barco. De este modo, los costes se mantienen bajo control, al tiempo que se personaliza la distribución y el equipamiento para adaptarlos a los planes de navegación de cada uno.
Un interior sorprendentemente espacioso

Bajo cubierta, el yate es sorprendentemente espacioso. La altura libre alcanza los 1,82 m, algo poco habitual en un barco de este tamaño. La distribución incluye dos literas laterales, un camarote de proa, una cocina funcional e incluso un aseo independiente con opción de ducha. Toda la distribución se ha diseñado para un uso prolongado, incluida la navegación oceánica.
Pequeño pero listo para mar abierto
Con una generosa vela mayor de 22,8 m², un génova de 14,3 m² y un gennaker de 38 m², el Divinité 7 m puede presumir de un ambicioso programa de crucero. Su robustez, facilidad de mantenimiento y opciones de equipamiento (paneles solares, motor eléctrico, sistemas de seguridad integrados) refuerzan su vocación de pequeño explorador capaz de realizar travesías oceánicas.
El Divinité 7m demuestra que no hace falta un gran yate para disfrutar de un crucero de larga distancia. Diseñado para el mar y pensado para ser construido por aficionados motivados, combina accesibilidad, robustez y autonomía. Un yate atípico que debería seducir a quienes sueñan con la aventura en alta mar en un formato compacto y transportable.
