El ajuste necesario del amarre del barco

Podríamos simplemente utilizar una cornamusa para golpear la línea de amarre que hemos pasado a tierra. Pero hay una forma mejor. Por un lado, queremos poder ajustar la longitud del cabo de amarre con facilidad, incluso bajo una fuerte tensión, y por otro lado, queremos poder soltar el punto de amarre trasero por uno delantero. O incluso para deshacernos por completo de nuestro cabo de amarre en caso de emergencia.
Cómo funciona

Tenemos la suerte de contar con un gran cabrestante capaz de manejar nuestra línea de 14 mm. El cabo pasa por un guía y luego por el cabrestante. Aunque esta no es su función principal, con el ángulo adecuado puede tomar esa línea.
El extremo libre se ató a otro cabo de amarre (con un nudo de escota) y luego a una defensa.

El segundo cabo de amarre se engancha a su vez a una cornamusa en la parte delantera del barco, de modo que si soltamos el punto de amarre trasero, quedamos automáticamente sujetos en la parte delantera. La defensa se utiliza para marcar el final de la línea de amarre en caso de liberación.

Si no tienes un gran cabrestante
Puedes hacer un nudo de cornamusa para que se pueda quitar fácilmente bajo tensión. Sin embargo, es más difícil de ajustar. Si no hay demasiada tensión, se puede ajustar a mano. Si no es así, se debe utilizar temporalmente una cuerda más pequeña para introducir el cabo con un cabrestante.

Recuperación del cabo de amarre
Esto se hace fácilmente con el bote. Comienza lanzando por el lado de la embarcación, luego recupera el cabo de amarre enrollándolo o introduciéndolo en la bolsa a medida que avanzas. Recoja el equipo de la orilla y llévelo de vuelta al barco con la lancha.

Algunos consejos adicionales
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Con los vecinos anclados, es útil tener defensas o boyas a lo largo de la línea de amarre para hacerla más visible. Si hay mucha gente alrededor, debes asegurarte de no molestar a los demás.
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Como un cabo de amarre grande es difícil de manejar, algunos barcos de viaje están equipados con sistemas de enrollado. Pero estos no siempre son fáciles de manejar con un bote. Una bolsa grande con el sedal suelto es una buena solución lista para usar. En este ejemplo, hemos utilizado una línea enrollada en varias partes, lo que también facilita su transporte y manipulación.

En conclusión
Nuestro amarre nos permitió pasar una muy buena noche en este fondeadero al eliminar el balanceo. Sin embargo, pudimos mantenernos gracias a la presencia de un viento constante en nuestra proa de estribor. Sin viento, habríamos necesitado al menos tres puntos de anclaje. A menos que esté firmemente asegurada, una embarcación es natural e irremediablemente atravesada por el oleaje.
La posibilidad de ajustar nuestro cabo de amarre fue muy útil. Por un lado, para orientar el barco con precisión al oleaje, y por otro para adaptar la tensión del cabo de amarre cuando el viento cambiaba.