Anahita es un trimarán de crucero de 31 metros fuera de lo común. Construido en Bretaña, combina una arquitectura naval de competición con un alto nivel de confort a bordo. Para los navegantes, el proyecto plantea una serie de cuestiones prácticas: ¿qué ofrece esta configuración? ¿Cuáles son las ventajas de navegación? ¿Cuáles son los puntos clave en términos de construcción, equipamiento y programa?
¿Por qué un trimarán para cruceros oceánicos?

Con sus 3 cascos, Anahita se distingue inmediatamente de los catamaranes convencionales. Esta elección arquitectónica reduce el calado a 2 metros, ofrece mayor estabilidad al navegar y fondear, y aumenta la seguridad con mar gruesa. Según sus diseñadores, el trimarán es más rápido, más equilibrado y más seguro.
Capaz de navegar a 25 nudos y cruzar el Atlántico en 6 días, el Anahita se dirige a los navegantes que desean combinar rendimiento y confort. Su ligereza (35 toneladas, un 60% menos que un yate tradicional del mismo tamaño) le permite alcanzar altas velocidades sin comprometer la autonomía ni el confort.
Espacios vitales diseñados para navegar

Este trimarán no es sólo números. A bordo, los 123 m² de espacio habitable son totalmente personalizables. La suite del propietario de 12 m² con acceso directo a la cubierta, la bañera de 25 m² y los 160 m² de camas elásticas lo convierten en un auténtico loft sobre el agua. Todo se ha diseñado para que la circulación sea fluida, los movimientos naturales y los puestos de maniobra accesibles.

El interior, diseñado por Christophe Chedal Anglay, combina arquitectura y funcionalidad. El resultado es un espacio luminoso y diáfano, adecuado para los cruceros de larga distancia y la vida a bordo. El Anahita tiene capacidad para 6 invitados y 4 tripulantes, con zonas técnicas bien separadas.
Un barco que va rápido, lejos y sin depender de puertos

Uno de los puntos fuertes de Anahita es su autonomía. Gracias a sus 36 m² de paneles solares y a una gestión optimizada de los flujos de energía, este trimarán está diseñado para navegar lejos de las infraestructuras. Puede fondear en zonas inaccesibles para embarcaciones de su tamaño, manteniendo un excelente nivel de confort.

Los navegantes que disfruten navegando por zonas aisladas encontrarán en ello una verdadera ventaja: no necesitarán volver a puerto para repostar o recargar combustible. Este tipo de configuración abre nuevas oportunidades para la navegación, sobre todo en zonas con pocas instalaciones.
Una construcción heredada de las regatas oceánicas
Construido con carbono preimpregnado infundido al vacío, Anahita utiliza técnicas derivadas de la vela de competición. CDK Technologies, astillero especializado en multicascos de competición, se encarga del montaje de la plataforma. VPLP Design es responsable de la arquitectura naval, los cálculos estructurales y las líneas del barco.

Las aportaciones del concurso son visibles: mástil de carbono de Lorima, cubierta diseñada por MerConcept, sistemas mecánicos desarrollados por Mer Forte. El conjunto es ligero, sólido y se adapta bien a las limitaciones de un ambicioso programa de navegación oceánica.
Un barco con etiqueta de precio, pero que dice algo sobre el futuro
Anahita no es un modelo de producción, ni un barco accesible a todos los bolsillos. Pero dice mucho de lo que podría llegar a ser el crucero en el futuro: más rápido, más autónomo, más flexible en sus programas. El primer modelo está actualmente en construcción, y su botadura está prevista para 2027. Ya se ha vendido.


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