Tras su excelente victoria en la Mini Transat 2025, Mathis Bourgnon se embarca de nuevo en una regata transatlántica a bordo de su 994, un prototipo diseñado por Étienne Bertrand en 2017. Ha salido de Saint-François, en Guadalupe, y se dirige a Bretaña. Mientras que el viaje de ida estaba marcado por la Mini Transat, el viaje de vuelta en invierno no tiene nada que ver con una ruta estándar. Sobre todo en un barco tan pequeño.
Una ruta inusualmente exigente para un Mini
Cruzar el Atlántico en diciembre ya es un reto para cualquier navegante. Pero hacerlo a bordo de un velero de 6,50 metros aumenta enormemente las dificultades. El viento predominante del oeste, los frecuentes y a veces violentos sistemas de bajas presiones, el frío húmedo y las cortas ventanas meteorológicas hacen que esta ruta sea complicada. A diferencia de la ida, la regata transatlántica de vuelta se navega contra los elementos, en parte de ceñida y con viento en contra. El regreso en un Mini no es una simple prolongación de la regata, es un ejercicio en sí mismo.

A diferencia de la Mini Transat, que se corrió sin asistencia, esta vez Mathis puede contar con la experiencia de su padre, Yvan Bourgnon. Este último se encarga de la ruta meteorológica en tierra. Este apoyo está autorizado en el marco de un viaje de entrega, pero no reduce en absoluto la dificultad de la navegación.
Salidas anteriores desde Nueva York, pero no en esta ruta
Algunos Mini 6.50 ya han cruzado el Atlántico Norte en solitario hasta Europa, sobre todo desde Nueva York, en el marco de intentos de récord. Estas navegaciones, a menudo estivales o realizadas en distintos escenarios, tomaron otras trayectorias y respondían a lógicas de puro rendimiento. La ruta elegida por Mathis, entre las Antillas y Francia en pleno invierno, ya había sido utilizada por otros ministerios en el pasado, pero nunca por el vencedor de la prueba, y nunca en pleno invierno. En primavera, Amaury Guerin, a bordo del 996, también debería hacer su viaje de regreso a Bretaña.

Un proyecto personal unido a un compromiso solidario
El proyecto de Mathis Bourgnon, denominado Desafío ASSOMAST, pretende sensibilizar a la opinión pública sobre las mastopatías. Un enfoque comprometido, lejos de una simple hazaña deportiva. Navegar por una causa añade una dimensión suplementaria al desafío. La elección de una travesía invernal de ida y vuelta también refleja esta voluntad de poner de relieve, a través del esfuerzo y la resistencia, una batalla que recibe poca cobertura mediática.

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