Un escenario apasionante hasta el final
Aunque seguía a unas veinte millas de distancia a falta de menos de 200 millas, el patrón suizo empezó a recuperar terreno con respecto a Benoît Marie, el gran favorito de la prueba. A una velocidad media de 14 nudos, Lili cayó en Nicomatic-Petit Bateau en la tarde del 7 de noviembre, antes de superarle finalmente durante la noche. A las 4h24'45" hora local del viernes 8 de noviembre, Mathis Bourgnon cruzó la línea de meta en cabeza en Saint-François (Guadalupe), con 18 millas de ventaja, tras 13 días, 18 horas y 24 minutos de intensa navegación.

Una victoria imprevisible
Y nada hacía prever un desenlace semejante. Partiendo de Santa Cruz de la Palma (Canarias) en modo degradado, sin piloto principal, sin AIS y sin spinnaker medio, la principal intención de Bourgnon era "divertirse", según sus propias palabras. " Salió a hacer su carrera, sin ningún resultado objetivo. Verle allí fue una gran sorpresa ", dice su padre, Yvan Bourgnon, conmovido e impresionado por el logro de su hijo. " El guión es increíble... esta historia va a terminar en cuestión de minutos. Tanto mejor que haya mucho suspense. "
Benoît Marie, la gran desilusión
Para Benoît Marie, ganador de la Mini Transat 2013, el final tiene un sabor amargo. Tras haber ganado todas las regatas de pretemporada, era el favorito lógico. También iba en cabeza cuando se anuló la primera etapa. Líder durante mucho tiempo en esta segunda etapa, técnica y estratégicamente sólido, vio cómo le caía encima un adversario con un timing perfecto.

Ralentizado en las últimas trasluchadas de la aproximación a Petite Terre, atrapado por la aflojada final tras los alisios constantes, no pudo hacer nada contra el irresistible ímpetu de su perseguidor. Una cruel decepción para el hombre que parecía tener todas las cartas en la mano.
Una historia de familia y transmisión

Con esta victoria, Mathis Bourgnon entra en los libros de historia de la Mini Transat, pero también en el linaje de los grandes navegantes oceánicos. A bordo del Proto 994 Assomast, el diseño de Etienne Bertrand de 2017, demostró la lucidez táctica, la gestión del ritmo y la adaptabilidad que hacen a los campeones. Esta actuación se vio coronada por un guiño histórico: exactamente treinta años después de la victoria de Yvan Bourgnon, fue su hijo quien volvió a añadir el apellido familiar al palmarés de la regata.

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