Gitana 18: opciones técnicas radicales para el nuevo trimarán volador Ultim

No se parece a ningún otro trimarán de regatas. Gitana 18 acaba de ser presentado en Lorient. Una plataforma 100% voladora de 32 metros que está redefiniendo los estándares de las regatas oceánicas.

Lanzado ocho años después que su predecesor, Gitana 18 encarna una importante evolución técnica en el diseño de trimaranes oceánicos. Más que una mejora, es una reinvención, diseñada para volar a toda vela y ofrecer un alto rendimiento. He aquí las opciones tecnológicas que distinguen a este gigante de los demás.

Apéndices de geometría variable para vuelo controlado

Con sus foils ajustables en tres ejes en forma de Y bajo los flotadores, el Gitana 18 se inspira directamente en los AC75 de la Copa América, pero en una unidad de 32 metros. Cada foil tiene una envergadura de más de 5 metros, lo que proporciona una sustentación adicional al tiempo que adapta los reglajes al punto de vela del barco y al estado de la mar. Esta modularidad es uno de los elementos clave en la búsqueda de la estabilidad a alta velocidad.

Timones y orza diseñados para resistir la cavitación

El trimarán incorpora tres timones en forma de U, diseñados para limitar los fenómenos de cavitación, habituales por encima de los 35 nudos. La orza central, con su superficie de apoyo a gran escala, es otro cambio respecto a las soluciones anteriores. El objetivo de este avance en el diseño es mantener un vuelo estable incluso con mar gruesa. Según las proyecciones de simulación, el Gitana 18 podría alcanzar una media de 40 nudos con olas de tres metros.

Una estructura monocasco rediseñada para alojar el habitáculo

A diferencia del Gitana 17, el nuevo Maxi Edmond de Rothschild integra la bañera y la caseta en la propia estructura del casco central. El objetivo es claro: ganar en rigidez, limitar los movimientos parásitos y ofrecer una mejor protección. Esta elección estructural, unida a la utilización de materiales curados en autoclave, garantiza una plataforma más compacta y resistente a la torsión.

Aparejo ajustable dinámicamente: nuevas opciones

Otra innovación visible son las crucetas móviles. Al permitir ajustar la tensión de la jarcia durante la navegación, la tripulación puede modular la potencia de la vela mayor en función de la fase de vuelo. Este sistema, sin precedentes a esta escala en un multicasco, abre nuevas posibilidades de ajuste del rendimiento puro.

Sistemas mecatrónicos inspirados en la aeronáutica

Gitana 18 tiene cuarenta y cuatro gatos hidráulicos, kilómetros de cableado y una unidad de control electrónico dedicada a la gestión del vuelo. El nivel de ingeniería recuerda más a un prototipo de Fórmula 1 o a un dron espacial que a un velero. Esta complejidad implica un nivel de mantenimiento y asistencia a bordo nunca visto en un multicasco de competición.

Una plataforma de desarrollo para alta mar

Gitana 18 no es un barco de producción, sino un demostrador tecnológico. Su diseño, fruto de 36 meses de trabajo, implica a más de 200 expertos. Con 200.000 horas de construcción, el proyecto tiene una ambición clara: lograr un vuelo estable, rápido y controlado en todos los mares del globo. Para el equipo Gitana, este trimarán sigue siendo tanto una máquina de regatas como un laboratorio flotante.

Más artículos sobre el tema